Heroísmo sin alegría

46 la s,inceridad adopta dos posturas: una dirigida a la conciencia establecida del individuo, a la personalidad situada y que– rida, a las convicciones, - sinceridad más conceptual que intuitiva,- otra dirigida a la impresión inmediata y efectiva de la realidad subjetiva u objetiva, a la persona– lidad obscura y profunda del hombre, sa– liendo de la tiniebla metasíquica en si– tuación de obediencia a lo inminente, dirigida a las percepciones, a las sensacio– nes elaboradas en lo súbito,- sinceridad más intuitiva que conceptual,- una diri– gida a la inmovilidad psíquica, otra diri– gida al suceder, al devenir psíquico, a esa conciencia giratoria que se va creando siem– pre. Esa sinceridad y esta sinceridad se contradicen, ya que de la contradicción emana su existencia y su evidencia como hecho, ¿cuál es la verdadera, la única ver– dadera? ¿Las dos? las dos, y para mí la úl– tima, con exclusión de la primera, porque yo afirmo que la verdad capital del univer– so deriva de la captación, en movimiento, del universo en movimiento, de la capta– ción dinámica del universo, porque el mo– vimientosólo seconcibe MOVIENDOSE. Di– gamos, pues, que la personalidad es unl! es-