Heroísmo sin alegría

39 ciñendo los huesos sangrientos; ¿la ins– piración?, la inspiración es la inminencia de aquella plural, egregia, alerta condi– ción caótica, dramática, condición cósmi– ca de la subconciencia, bravura y peligro del artista. Por eso es tan doloroso el cata– clismo del animal dominado por el animal del animal. Si a la obra lograda se le ve el tema, la obra lograda no está lograda, como la ca– sa con andamios no es la casa casa; es co– mo a la mujer que se le impone el tra– je, que no es mujer con traje sino traje con mujer; por lo anterior se comprende que la importancia del tema es como la importancia de los calzones femeninos, que no son un fin, no son un fin sino un medio, y, ¿cuál es el fin?, sacárselos. En– tonces la novedad no la determina el auto– móvil o el rascacielo, ni la antigüedad, la ancianidad, la carreta gravitando encima del lenguaje titubeante; la produce y la impone la dirección sensitivo-expresiva. Se expresa porque se expresa. El tema, todo el tema, el tema es la materia indominada, es decir, era, es decir era antes del arte. Insistamos afirmando que la palabra es lo que es, lo que es y lo que debe ser, se-

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