Heroísmo sin alegría
31 imitación, no simulación. Esto sucede des– de el principio de las cosas, sucede desde el principio de las cosas, como la imbecilidad. Lo supieron los Egipcios, los Caldeos, los Judíos, los Asirios, los Africanos, los Pas– cuences, los Bolivianos, los Mejicanos y los Araucanos; lo supieron, y si no lo su– pieron lo hicieron y hacer es saber, cono– cer. Lo formularon Plotino, Tomás de Aquino, Juan Bautista Vico, el falso Dio– nisio Areopagita, Baumgarten, el cazurro Baumgarten, y Croce y Epstein. La obra de arte, pintura, escultura, arquitectura, música, poesía, la obra de arte empieza y termina en sí misma, no en la naturaleza ni en el hombre, no en la naturaleza ni en el hombre, en sí misma. El arte es ce– rrado y geográfico en deslindes. Y como son seguras y precisas, terminantes, todas las artes, todas las artes, no hay artes más abstractas, ni más puras, ni más absortas y todas, absolutamente todas, son autóno– mas y la poesía filosófica, v. gr., es trape– cio de ladrones-estafadores reaccionarios. Forma y fondo son tomismo: expresión, dice Croce, cierto; pero dice Croce que el arte produce conceptos, y es mentira. El arte no es bueno ni malo, es, existe;
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