Localización de vivienda en la comuna de Temuco

121 D OCUMENTO DE T RABAJO INVI ta, las iniciativas se llevarían a ejecución con el concurso de recursos municipales, regionales o del gobierno cen- tral. Con esto probablemente se lograría subsanar cier- tas carencias básicas existentes en esos barrios, con- tribuyendo en consecuencia a mejorar su calidad de vida. No obstante –en el marco de esta alternativa– este tipo de acciones probablemente no tendrían como planteamiento el mejoramiento integral del sector, en términos de apostar a darle un nuevo rostro, en un plazo definido, recualificando el barrio, yendo más allá de la exclusiva solución de las situaciones más apre- miantes, lo que no supondría decir que éstas no deban ser enfrentadas. A juicio del Equipo Responsable del Estudio, el punto es cómo se logra establecer un plan integral de mejoramiento que incluya fases o etapas sucesivas de ejecución, partiendo efectivamente de lo más básico hasta llegar a la transformación del sector o barrio, con un mejoramiento real de las viviendas, de los espacios públicos, de los servicios y equi- pamientos comunitarios, generando por tanto, una ver- dadera integración física, morfológica, social y ambien- tal con el tejido urbano circundante y con la propia ciudad. En esta alternativa, lo más probable es que la ciudad prosiga extendiéndose más allá de sus actuales límites urbanos, incorporando aquellos conjuntos, con- dominios y urbanizaciones que ya forman parte del pai- saje, incluyendo oportunamente otros terrenos todavía agrícolas y no urbanizados sobre los cuales ya existen intereses inmobiliarios para el desarrollo de nuevos con- dominios o para la localización de nuevos conjuntos de vivienda social. Este proceso se da mediante subdivisiones in- completas, con loteos y operaciones inmobiliarias que van emergiendo en medio de las áreas agrícolas, sin un marco regulatorio o de ordenamiento territorial adecua- do; en la práctica, tan solo producto de la pura y simple operación de compraventa de terrenos, afectando de esa manera fuertemente la continuidad de la actividad agrícola existente, así como también desincentivando la inversión y la modernización tecnológica del agro, dadas las evidentes dificultades que presenta para el desarrollo de dicha actividad, la convivencia entre ésta y la ciudad. Esta alternativa debe evitar que, adicio- nalmente a los terrenos que se incorporarán al suelo urbano por encontrarse ya urbanizados o en proceso de hacerlo, se incorporen nuevas zonas rurales, pro- ceso bastante difícil de no mediar la formulación por parte del Municipio de una propuesta consistente de desarrollo territorial, capaz de sintonizar los intere- ses de la propia Municipalidad, como expresión del bien común, con los de los agentes inmobiliarios pri- vados y con los de aquellos que buscan impulsar el desarrollo de la base económica de tipo agrícola y agropecuaria. Para tal efecto, será necesario fijar obligacio- nes claras, coherentes y durables en el tiempo, en vista