Los primeros planes intercomunales metropolitanos de Chile

36 estas materias: los Arquitectos Urbanistas Luis Muñoz, mi Profesor, y Federico Oehrens; Alfredo Jhonson, Guillermo Ulriksen, Carlos Trupp y Rodulfo Oyarzún; el Abogado Ventura Matte, antes mencionado; el Ing. Leopoldo Guillén, Director de Obras Ferroviarias; el Paisajista alemán Oscar Praguer; el Ing. Agrónomo Sergio Tarstakowsky; el Horticultor y Paisajista francés M. Dubois, autor del Parque Forestal; el Médico Planificador Sanitario Dr. Viel, entre otros distinguidos profesionales de la época. El proceso de investigación que realizábamos nos llevó a integrarnos al Instituto de Urbanismo de Chile con varios de los especialistas mencionados, los que se encontraban haciendo un análisis crítico del proceso de planificación, territorial y urbano, de Chile. Liderados por Luis Muñoz Maluschka, su objetivo era proponer una nueva norma que superara el limitado nivel de la Comuna. Parecía discutible ya, en aquel momento, una Planificación Territorial basada en el nivel comunal exclusivamente, sin tomar en cuenta los macro y microsistemas. Esta situación llevaba, especialmente en las grandes ciudades, a una desplanificación de los conjuntos intercomunales, dado que cada comuna articulaba su estructura vial y su uso del suelo sin ninguna coordinación con la comuna vecina. Aprovechando la próxima elección presidencial del 4 de septiembre de 1952, en la cual fue elegido Presidente Carlos Ibáñez del Campo, el Instituto de Urbanismo de Chile propició el proyecto de una nueva Ley General de Construcción y Urbanización, que incorporaría esta nueva visión de la Planificación Territorial, enfoque que no existía aún en Europa, y del cual nuestro país fue pionero. Es así que, durante 1952, el Instituto redactó todo lo referido a Urbanizaciones del D.F.L. 224, que se sancionó legalmente en julio del año siguiente. En el artículo N°8, se incorporó en forma definitiva, el concepto de Planificación Regional, y su aprobación simultánea con los Planes Reguladores Intercomunales, contemplando la coordinación armónica de los problemas de vivienda, trabajo, esparcimiento, transporte, áreas verdes, tránsito, equipamiento, protección ambiental, y otros. Curiosamente, tal vez por un error de dactilografía, la Ley antes citada consignó la palabra "Plano" en lugar de "Plan", confundiendo con ello la expresión gráfica con la concepción. Esto repercutió finalmente en la denominación dispuesta en los planos oficiales, impresos con posterioridad a la dictación de la Ley. Dentro de esta legislación, me correspondió en 1958, presentar y lograr la aprobación del Plan Intercomunal de Santiago y sus correspondientes Planes Regional y Micro-Regional, por la Junta de Planeamiento y Coordinación, organismo superior de Planificación de la época, uno de cuyos miembros era el Sr. Jorge Kelemen, Director de Planeamiento y Urbanismo del MOP. Dado que fui invitado a hacer esta exposición solo, y siendo tan joven entonces, fue una gran satisfacción profesional lograr la aprobación de este proyecto tridimensional tan trascendente, al cual ligué, más tarde, el Plan Vial, el de Áreas Verdes, y el proyecto de Metro de Santiago y su red de transporte vial complementaria. Posteriormente, los Planes de 1958 fueron ratificados legalmente por Decreto Supremo N° 2.387, de 1° de noviembre de 1960. Algún tiempo después se aprobaron los Planes Intercomunales de Valparaíso y Concepción, mediante trámites similares, aunque simplificados. Las políticas y conceptos contenidos en los Planes de 1958-60 se cumplieron totalmente por mucho tiempo, resultando de ello una notable ordenación de la Metrópoli. Sin embargo, a fines del tercer cuarto del siglo, los sucesivos cambios en los cuadros funcionarios, la incorporación de personal ajeno

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