Los primeros planes intercomunales metropolitanos de Chile

19 Fig. Cuenca de Santiago, con 111 km de largo y 36 km de ancho (promedio). Fte.: MARTÍNEZ L., René. 1979. “Santiago, metrópoli en crisis”. En: revista AUCA Nº37, Santiago, pp. 8-14. Fig.-A. Falla de Ramón. Fragmento de carta de Fragilidad Tectónica. Riesgo sísmico. Proyecto OTAS. Fig.-B Traza de la falla de Ramón (N-S). Fte.: FERRANDO, F. 2002. “Falla de Ramón: análisis de las noticias aparecidas en la prensa”. En: Revista de Urbanismo Nº6 digital, D. Urbanismo F.A.U. U. de Chile. Se estimaba en la época que si se quería adecuar las necesidades de una población en crecimiento a las disponibilidades hídricas, edáficas y otras que la cuenca presentaba, eran necesarios detallados estudios de geografía humana que justificaran nuevos estudios físicos para su mejor conocimiento. No obstante las carencias señaladas, los planificadores urbanos y territoriales de la época fueron conscientes de la inmensa riqueza natural del valle del Maipo donde se implanta la ciudad de Santiago: sus ricos suelos; su abundante agua nivosa; su privilegiado clima que permite varias cosechas en un mismo año normal; sus hermosos micro y macro paisajes; su cercanía a las playas del litoral, con más de 300 Km. de extensión; su proximidad a los grandes centros de deportes invernales; su fácil acceso a los territorios más ricos y poblados de la República Argentina; su clara ubicación al centro de la larga faja del país y su relación directa con los tres puertos más grandes e importantes de Chile (Ventana, Valparaíso y San Antonio) ubicados frente a una rica reserva marina, animal, vegetal y mineral; su estratégica ubicación en el centro del eje oriente  poniente del océano Pacífico Sur; su rica área suburbana rural, con largas tradiciones históricas; sus pintorescos valles de quebradas y esteros, tanto en la cordillera de Los Andes como de la cordillera de la Costa; su riqueza minera que rodea la ciudad con sus grandes mantos cupríferos, de cal y de áridos. Santiago se presentaba, además, como la encrucijada de grandes corredores de transporte hacia el sur, norte, oriente y poniente tanto nacionales como internacionales. La micro-región de Santiago quedó ubicada en este esquema, entre el cordón de Chacabuco y Angostura de Paine y las dos cordilleras, sistema de relieve que ocupa el 70% de la superficie, y que, al circundar completamente la planicie (cuenca de Santiago) formada por los rellenos de los ríos Maipo y Mapocho, dificulta las comunicaciones con el resto del país.

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