Los primeros planes intercomunales metropolitanos de Chile
26-A Parque Santiago Poniente (Santiago) etc. Al inicio de la aplicación de las normas del Plan Intercomunal de Santiago, y hasta 1964, logramos expropiar o lograr la cesión o compra de muchos de estos Parques. Sin embargo, más adelante, el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo fue construyendo sistemáticamente, los terrenos reservados a los Parques y, en el mejor de los casos, dejando plazas en su lugar. Así, el Parque La Bandera, el Parque Neptuno, el Parque Santa Mónica, pasaron a ser las poblaciones La Bandera, Neptuno y Santa Mónica, entre muchos otros e, inclusive, las grandes Áreas Verdes tradicionales se achicaron y desvirtuaron fuertemente en su uso. De todo el Plan de Áreas Verdes se están salvando muy pocos Parques: parte del Parque Isabel Riquelme, parte del Parque La Castrina, parte del Parque Inés de Suárez. Desde el Ministerio de Obras Públicas, en forma indirecta, logramos mantener las Avenidas Parques Costanera, Tobalaba, Neptuno, Lo Prado, Panamericana Norte, Marathon y Río Mapocho y el Parque Huantemoc. Por otra parte, establecimos el proyecto del Anillo Avenida-Parque Suburbano, que rodea Santiago pasando por la falda de la Cordillera, por La Dehesa, por detrás del Manquehue, por el Río Lampa y por el Río Mapocho poniente. Anualmente, por diez años, plantamos una media entre 10.000 y 20.000 árboles en el área de Santiago y, a través del Metro de Santiago, repusimos el Parque Alameda. El trazado de la Línea N°2 del Metro, lo fijamos en 1970 fuera del Parque Subercaseaux, sin embargo, fue desplazado hacia el Parque, en el proyecto de 1972.Cuando tuvimos la oportunidad, en 1974, nos impusimos la tarea de reconstruirlo, lo que no se ha podido cumplir a esta fecha. En 1979, Santiago sólo cuenta con poco más de lo que teníamos en 1930, y no se sobrepasa las 1.000 Hás de Áreas Verdes realmente de uso público, mínimamente habilitadas. Los Municipios están más preocupados de hacer prados en unas pocas plazas, que de forestar las grandes Áreas Verdes. El Ministerio de la Vivienda y Urbanismo está más preocupado de densificar la población, que habilitar los Parques. Los terrenos de Áreas Verdes son entregados en concesión para parques de entretención mecánica, ferias libres, mercados persas, bombas de bencina, kioscos, estacionamientos de automóviles, talleres de control de vehículos, paraderos de buses, cuarteles de bomberos, centros de madres, establecimientos educacionales, etc. A pesar de las conclusiones iniciales que más arriba hiciéramos, para el año 1930, debemos, después de 50 años, sacar otras nuevas, basadas en la realidad comprobada: - Ni las autoridades públicas ni los profesionales se interesan realmente por las Áreas Verdes, y ellas no forman parte de sus objetivos para el saneamiento ambiental y, aparentemente, son lujos ajenos a su quehacer o sólo temas de moda para sus charlas, cursos o artículos. - El poder privado ve en las Áreas Verdes un impuesto más a sus negocios, y su astucia consiste en esquivarlas. - La población no exige a las autoridades, ni a la oferta del poder privado, las Áreas Verdes necesarias para la protección del Medio Ambiente y el equilibrado desenvolvimiento de su vida y la de sus hijos. Con diversos grados de culpa, hay una grave responsabilidad de los adultos de este país, en la destrucción de la calidad de vida de la población, en lo que se refiere a Áreas Verdes y contaminación ambiental. Ningún acto, medida efectista, declaración, discurso, homenaje, escrito, etc., podrá ser suficiente para esconder y disimular dicha responsabilidad y dicha culpa.
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