Los primeros planes intercomunales metropolitanos de Chile

123 poder privado, las Áreas Verdes necesarias para la protección del Medio Ambiente y el equilibrado desenvolvimiento de su vida y la de sus hijos. Con diversos grados de culpa, hay una grave responsabilidad de los adultos de este país, en la destrucción de la calidad de vida de la población, en lo que se refiere a Áreas Verdes y contaminación ambiental. Ningún acto, medida efectista, declaración, discurso, homenaje, escrito, etc., podrá ser suficiente para esconder y disimular dicha responsabilidad y dicha culpa. Sin embargo, la responsabilidad de lo que está acaeciendo no puede quedar escondida en el anonimato, diciendo que todos son culpables y que ello ha sucedido por ignorancia, a través de un largo período. La culpa debe ser investigada para el conocimiento de la población, para la vergüenza de sus autores, para evitar que el delito se repita y, en último caso, para disimular la ignorancia. Sólo una acción diaria, sistemática, permanente y prolongada, con hechos y obras podrá, algún día, demostrar que realmente existe una verdadera preocupación por la protección ambiental de nuestra ciudad". En el año 2000, las áreas verdes de Santiago sumaron 3.000 Hás., pero sólo 1.000 se mantenían forestadas. Se contó en este año con 2,5 m 2 de parques construidos por habitante, las normas internacionales recomiendan 9 m 2 (Delpiano, 2000), los planes de 1960 previeron espacio para 7m 2 por habitante. Sobre el incremento de la diversidad en el espacio público Los planes de 1960 diversificaron los tipos de espacio intersticial público, superando la aplicación de los conceptos de "plaza de armas", "plaza de barrio", "alameda", "paseo de tajamares", "parque", "cancha de carrera de caballos", "campo de Marte", "estadio", "hipódromo", y algún otro, considerado hasta ese momento. Se enriqueció en sus proposiciones la primaria clasificación de roles y jerarquías de vías que había definido Karl Brunner en el Plan de Santiago de 1934/39 5 . Diversidad de espacios verdes En los Planes de 1960, y en su posterior aplicación, se abordó un sistema coordinado de espacios verdes de uso público, destinados al esparcimiento de la población y al saneamiento ambiental. En ellos no se podría ejecutar construcciones de ninguna naturaleza, salvo aquellas destinadas a complementar las funciones de esos espacios verdes como tales. Se incorporó los siguientes conceptos y reservas: Reservas Forestales Rurales: áreas rurales inmediatas a la ciudad, destinadas a plantaciones de árboles y matorrales que se adaptaran a las condiciones naturales del terreno: Reserva Forestal Oriente: una faja entre las cotas 900 y 1.000 de la precordillera de Los Andes, abarcando desde Las Condes, por el norte, hastalos Cerros de La Puntilla de Pirque, por el sur; Reserva Forestal Norte: el Cerro Manquehue y otros cerros vecinos señalados en el Plano de Zonificación;

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