Los primeros planes intercomunales metropolitanos de Chile
109 La Dirección de Planeamiento denominó a toda esta Región IV, “Región Metropolitana” (32.444 Km 2 ). Su población total en 1952 era de 2.381.586 habitantes, aproximadamente el 30 % de la población de Chile. De igual forma se estudiaron en 1953-54 todas las micro-regiones del territorio nacional, aplicándose criterios uniformes, configurándose en forma equivalente sobre una base económica, técnica y social. El tercer escalón de la graduación creada fue el “conjunto intercomunal”, apreciado como una unidad territorial mixta, urbana y rural, en la cual se debería integrar armónicamente las funciones de varias unidades urbanas, entre las cuales destaca una, por su mayor población, mejor equipamiento, y mayor producción pasando a constituir el centro comercial, social y cultural del conjunto. Más tarde se crearon los “Planes Seccionales”, como sub-sistemas de los Planes Intercomunales y Comunales. Cabe destacar que hacia fines de los años 1950 había ido tomando importancia la investigación geográfica y geomorfológica del área denominada Cuenca de Santiago. Después de J. Brüggen (1929), quien había sistematizado y delineado en un croquis morfológico los rasgos principales de la cuenca, diversos autores enriquecieron y ponderaron su descripción e interpretación. Sin embargo, al comenzar la década de 1960, ningún autor había señalado en forma nítida los límites del "valle de Santiago", y se podía concluir que el conocimiento de esta micro-región era muy precario (Flores, 1966). Los estudios para un mejor conocimiento de la cuenca de Santiago realizados a mediados del siglo XX y principios de los años 1960, incidieron especialmente en la búsqueda de agua subterránea para el abastecimiento de Santiago. Se estimaba en la época que si se quería adecuar las necesidades de una población en crecimiento a las disponibilidades hídricas, edáficas y otras que la cuenca presentaba, eran necesarios detallados estudios de geografía humana que justificaran nuevos estudios físicos para su mejor conocimiento. La micro-región de Santiago quedó señalada entonces, entre el cordón de Chacabuco y Angostura de Paine y las dos cordilleras, sistema de relieve que ocupa el 70% de la superficie, y que, al circundar completamente la planicie (cuenca de Santiago) formada por los rellenos de los ríos Maipo y Mapocho, dificulta las comunicaciones con el resto del país. Hacia 1958 se constataba que el 31,5% de los habitantes activos de la micro-región de Santiago originaba el 65% de toda la producción industrial nacional; se estimaba que el rápido auge de la industria en esta micro-región no había dado lugar a una oportuna racionalización de la ubicación de las industrias; así, la mayor parte estaba en la ciudad de Santiago y comunas adyacentes, en lugar de haberse ubicado en la periferia de la micro-región, acercándose a los lugares de origen de las materias primas (Norte Chico, costa y sur del país), donde hubiera recursos de agua suficientes y donde se pudiera aumentar el área de explotación agrícola con obras de regadío y drenajes (Krause, 1958). Los lineamientos del Ministerio de Obras Públicas en la época, señalaban posibilidades en Colina, Batuco, Curacaví, Paine, Buin y El Monte, unidades que pasarían a constituir centros industriales satélites de la capital, ubicados a no más de 60 Km de distancia. Esto permitiría, en parte, la desconcentración de la población de Santiago, además de contribuir a elevar el estándar de vida de los sectores atrasados. Quienes explotaban al máximo sus propiedades agrícolas estaban unidos a la capital por buenas vías de comunicación, y estas relaciones directas habían influido notablemente al estancamiento observado en el equipamiento urbano de los centros poblados del área, principalmente cabeceras comunales. En estos centros había un grave déficit en alcantarillado y agua potable, con el
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