El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social

l. Globalización y ciudad red: del derecho a la ciudad a la pobreza en la ciudad dual. El Estado moderno y sus transformaciones alcanzan una connotación peculiar a partir de lo que Habermas llama la tercera generación de Estados-Nación y que marca la orientación y estructura particular de estos a fines del siglo XX y lo que serán los principios del siglo XXI, en general este estadio es plausible de alcanzar una vez que la sociedad ha avanzado de las sociedades arcaicas hasta la modernidad. Donde, esta última entre otras condiciones se caracteriza por el universalismo y en estricto sentido por la interacción económica-social-politica de las comunidades alejadas unas de otras. Es así, como Anthony Giddens ha definido "globalización" como la intensificación de relaciones a lo ancho del mundo, las cuales ligan localidades distantes de tal manera que los sucesos locales son creados por eventos acaecidos en muchas millas de distancia y viceversa. (Habermas; 1995: 534). Empero, este mecanismo globalizador no sólo es favorable por el logro de una mayor interacción en los ámbitos señalados también permea una situación en donde, la ciudad informacional se transforma en la ciudad dual, donde coexisten estos mecanismos integradores de interacción global con asentamientos humanos que viven en condiciones de pobreza, en la búsqueda de ejercer su derecho a la ciudad y en particular en la búsqueda por pertenecer a ella, en la mejora de sus condiciones de vida y en particular de observar satisfecho su derecho al acceso a una vivienda en condiciones favorables, es decir, a una vivienda propia cuya edificación corresponda con materiales no precarios, que cuente con los servicios necesarios dentro de la vivienda y que la calidad de tanto los primeros como los segundos sea buena. 4 Esto es, se globaliza con la permanencia de desigualdades profundas que es necesario erradicar, puesto que estos procesos se observan como una colonización del mundo de la vida y cuyo referente es la nueva configuración del territorio, donde, es plausible localizar las zonas de los pobres cuyas condiciones habitacionales no son favorables. En este sentido, ya no sólo se argumenta acerca de la globalización y si de la glocalización de los asentamientos que no se han beneficiado aún de los procesos integradores a escala global. Así, "El proceso de globalización y la informalización de los procesos de producción, distribución y gestión, modifican profundamente la estructura espacial y social de las ciudades en todo el planeta. Este es el sentido más directo de la articulación entre lo global y lo local. Los efectos socio-espaciales de esta articulación varían según los niveles de desarrollo de los países, su historia urbana, su cultura y sus instituciones. Pero es en esas articulaciones donde se encuentra en último término la fuente de los nuevos procesos de la transformación urbana, y, por tanto, los puntos de incidencia de políticas urbanas, locales y globales capaces de intervenir el proceso de deterioro de la calidad de vida en las ciudades." (Borja y Castells; 1997: 35) Estas megatendencias propician transformaciones de los sistemas urbanos que influyen en los sistemas de jerarquía de ciudades, logrando la configuración de nodos de desarrollo y entrelazados en redes de información que establecen diferencias substanciales entre las ciudades y al interior de las mismas, que se insertan en este proceso y aquellas que no. Esto es, se genera un proceso de flujos en donde, se clarifican de manera substancial las tendencias de influencia entre los medios del dinero y del poder, capaces de movilizar recursos y determinar las cantidades de factores de producción necesarios para la configuración de las nuevas dinámicas de acumulación y valorización y extensión del poder más allá de las fronteras, condiciones que sin más generan procesos de concentración particularizados a ciertos nodos urbanos, de tal suerte que Los flujos tienen un origen y un destino, y es ahi donde se concentran población, actividades y poder: las ciudades. La creciente internacionalización incorpora nuevos territorios a los sistemas económicos y políticos consolidados, pero al mismo tiempo genera unos nuevos procesos de desequilibrios entre las partes del territorio que reciben esos flujos y las restantes. "Los derechos humanos, la protección del medio ambiente, la lucha contra la pobreza y el rechazo de la violencia son hoy valores ampliamente compartidos. Ya no es suficiente «pensar globalmente y actuar localmente»". (Borja y Castells; 1997: 317 y 326). Tal conformación de redes conduce por un lado a elementos positivos como se muestra en el esquema 1, atendiendo a ciertas precondiciones de las ciudades. 4 Puesto de que serviría tener una vivienda cuyo techo es de concreto pero este se encuentra en tan malas condiciones que se esta cayendo y filtra la humedad. 2

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