El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social

Territorio y microemprendimientos La inclusión en la trama urbana requiere de un acompañamiento en la apropiación del territorio con actividades relacionadas con el consumo, la producción y prácticas culturales y simbólicas que le den significado a un determinado espacio. Espacio donde los jóvenes de 16 a 25 años buscan construir su subjetividad en un marco que los margina y los desplaza del acceso a la ciudad por no contar con las herramientas de conocimientos que demanda Así adquiere relevancia la instrumentación del componente de capacitación para microemprendedores. En el caso concreto del Programa Rosario Habitat se capacitó a 838 jóvenes de los seis asentamientos donde se implementó el Programa y 345 de los mismos pudieron iniciar un camino con cierta autonomía en el ámbito laboral. Esto es valorado por uno de los participantes quien recupera como aprendizaje de la capacitación , "las ganas" de tener un negocio propio, de ser patrón, sin la dependencia con un patrón". La inclusión de proyectos de microemprendimientos posibilitó la generación de un espacio tendiente no solo al mejoramiento de la situación económica del grupo familiar sino que a través de la capacitación se logró el aumento de recursos personales y de ejercicio de toma de decisiones en estos procesos, es decir una participación plena en algún aspecto de la implementación de programas de hábitat popular. Así, estas instancias colectivas de participación y de interacción con otros beneficiarios en la capacitación propiciaron el fortalecimiento de las redes sociales personales. Durante el proceso de desarrollo del programa se pudo visualizar un cambio positivo en la valoración del propio barrio, elemento con carga simbólica que incide en la identidad individual y grupal. La provisión de servicios regulares de electricidad, agua y cloacas, así como el mejoramiento de veredas, forestación , incide en un entorno más sano, al disminuir los riesgos de contaminación, mejorando además la calidad del aire y el agua. La instalación de infraestructura comunitaria y la apertura de calles es visualizada como mejora y el reforzamiento de la seguridad al interior del barrio, como asi también facilitador del acceso a emergencia de salud y del ingreso del transporte urbano que les facilita una articulación con el resto de la ciudad. Todos estos indicadores son rescatados por lo vecinos cuando manifiestan: "el barrio no tiene buena imagen para ser un lugar donde vengan a comprar" pero la acción del proyecto con la apertura de calles, la construcción de veredas, entre otras acciones, va a facilitar que la gente del barrio venga al sector. La participación en las distintas instancias propuestas por el programa recupera la posibilitad de conocer vecinos del sector con lo cuales hasta ese momento no habían tenido contacto. Esto favoreció las relaciones y las redes sociales fomentando la solidaridad. Estas manifestaciones que vemos en la ciudad significa que fragmentos de grupos sociales, que no se conocen, que no se hablan, que no tienen ningún contacto, se pueden volver presente el uno al otro. Allí hay una categoría que S.Sassen (2005) llama Making Presence - Hacer presencia. No solamente presencia al poder. Hacerse presente el uno con el otro. Por lo tanto, generar espacios participativos, desde los programas de hábitat, significa potenciar las relaciones vinculares existentes, creación de nuevas redes y fundamentalmente posibilitar que las voces y saberes de los destinatarios de los mejoramientos habitacionales circulen más allá del circuito inmediato de su barrio y se intercambien con los profesionales que implementan las políticas. Estas prácticas en torno al territorio se refieren a "el hacer un cierto tipo de ciudadano" (Sassen. 2005). Son manifestaciones muy concretas en cuanto a las posibilidades de apertura, micro transformaciones, que se generan a nivel de la vida cotidiana. El fortalecimiento de redes personales en cada uno de los sectores (mejoramiento y relocalización) posibilitado por las instancias de participación y capacitación, no estaría debidamente complementado con actividades de integración entre las personas de sectores distintos que han dejado de ser vecinos. En este aspecto, la ruptura de vínculos de vecindad deberá ser retrabajada a fin de generar acciones que restablezcan las redes anteriores y potencien las que se constituyan en los nuevos espacios urbanos. El mejoramiento barrial debe promover el desarrollo sustentable y esto es factible en un espacio de habitabilidad y gobernabilidad. El barrio es visto, por tanto, como territorio donde se pueden provocar sinergias sociales para lograr el usufructo de las potencialidades de los sujetos y posibilitando procesos de apropiación e identidad. 6

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