El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social
debe ser implicado con lo social, lo económico. Se trata de construir algo nuevo en función de las negociaciones y urgencias que sean marcadas y conscientes por la mayoría. Se trata de un proceso donde todos tengan posibilidad de debatir sus posiciones y el tiempo de escuchar otros problemas sociales o presupuestarios que también existe y condiciona a la comunidad. La participación ha de contar con todos y encontrar soluciones complejas que vayan dinamizando las infraestructuras estatales, comunitarias y sociales Estas argumentaciones señalan los desafíos que enfrentan los gobiernos locales, si pretenden entrar en un proceso responsable de participación ciudadana, es decir, se debe instrumentar acciones de capacitación que favorezca la autonomía de los grupos beneficiarios de los proyectos que implementa. De esta manera, se lograría consolidar prácticas de cambio derivadas de construcciones sociales configurando procesos de reconstrucción de identidades individuales y colectivas. Políticas sociales de vivienda: Programa Rosario Habitat Como justificación de la necesidad de fomentar el ejercicio del derecho a la ciudad en Rosario bastan algunos apuntes diagnósticos. Según datos de informes del Plan Estratégico Rosario existen 91 asentamientos irregulares donde viven 115.000 personas que corresponden a un 13% de la población de la ciudad viviendo en condiciones deficitarias. A pesar de que Rosario contribuye con el 5% del Producto Bruto Interno del país, el 18% de su población presenta Necesidades Básicas Insatisfechas y de éstas más del 50% (100.000 personas) viven en asentamientos irregulares, lo cual representa en términos relativos, la mayor incidencia de asentamientos en el pais. Todo lo señalado nos indica una fuerte presencia de áreas formales e informales en la ciudad. Las segundas tienen un crecimiento del 4% anual mientras que el resto de la ciudad lo hace al 2.5%. En cuanto a la actividad económica de la población se observa que en los asentamientos existe un 14% de empleo formal versus el 58% del resto de la ciudad, un 22% no tiene remuneración fija en el asentamiento mientras que en el área formal sólo se registra un 3%. Esto nos señala que tenemos dos modelos de desarrollo en la misma ciudad. Ante la realidad que señalan los datos, se implementan programas habitacionales desde las instancias nacionales, provinciales y municipales que se proponen dar respuestas a las situaciones de inequidad social que coexisten en el espacio urbano.- Tomar un programa de hábitat popular como contexto general y como política pública, significa recuperar el lugar cotidiano de los sectores pobres como espacio privilegiado de construcción de estrategias de cambio que posibiliten su inserción social y de esta manera consoliden su ejercicio ciudadano.- El Programa Rosario Habita!, implementado por el Servicio Público de la Vivienda, entidad autárquica de la Municipalidad de Rosario, en respuesta a esta dicotomía, se propone superarla mediante la ejecución de un Programa Integral de actuación en los asentamientos irregulares. Se propone construir ciudadanos a partir del concepto de "ciudad de las oportunidades" En la actualidad la tendencia en relación a los programas de mejoramiento del hábitat se orientan al logro de una síntesis entre el desplazamiento de población hacia conjuntos de construcción oficial (erradicación de villas miserias) y urbanización en el espacio ocupado en forma irregular (radicación) con las consecuentes disminución de los efectos negativos del primer modelo en relación a los procesos de rupturas de redes sociales, pérdida de identidad barrial y consecuente desarraigo. Tratan, por tanto, de la búsqueda de un equilibrio entre los criterios técnicos para el logro de objetivos de mejoramiento del espacio urbano y las posibilidades de opción que a los sujetos involucrados se les brinda en la toma de las decisiones. A este modelo de intervención se le agrega una serie de componentes ambientales, sociales, de generación de empleo, entre otros, que permite pensarlo en la integralidad de las acciones desde una concepción de hábitat. Al estudiar las líneas de acción que enmarcan al Programa Rosario Habita! , cuya fuente de financiación proviene del BID y del Estado argentino, observamos que las políticas buscan potenciar las capacidades de los sujetos reduciendo el riesgo social y promoviendo mecanismos de participación comunitaria en planeamiento, ejecución y consolidación de estas intervenciones para reducir la pobreza. El objetivo general del Programa es trasformar la ocupación informal del suelo y a su vez mejorar la calidad de vida de la población en asentamientos irregulares de la ciudad mediante infraestructura urbana, servicios sociales y regularización de propiedades 4
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