El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social
los profesionales, técnicos e instituciones que están involucrados en los proyectos, que de estos programas derivan, pero que la población destinataria es más pasiva en su participación. En general se observa que es necesario adaptar los programas a los requerimientos de la sociedad destinataria; resulta necesario convertir cada barrio, cada grupo de familias en un ámbito donde todos enseíian y aprenden mediante la construcción de las equivalencias entre prácticas sociales. Los beneficiarios de estos proyectos tienen prácticas diferentes, y en muchos casos los responsables de la gestión de los mismos encuentran mecanismos adecuados para proponer soluciones lo cual genera nuevas dificultades y desaparece la participación de los destinatarios. En el caso del presupuesto participativo los vecinos de cada distrito participan activamente. No trabajan con una normativa rígida sino con una serie de pautas para: organizar las ideas, precisar los objetivos, establecer cursos de acción, concretar una serie de actividades y definir criterios de evaluación; en función de los proyectos propuestos por lo consejeros. 5. El rol del ámbito académico Ante el agravamiento de las condiciones de vida de la población de Latinoamérica, podríamos asegurar que el ámbito académico se encuentra ante lo que puede entenderse como una síntesis de obligación, oportunidad y posibilidad privilegiada de encarar el trabajo de clarificación conceptual, acumulación critica de experiencia y formación de recursos humanos debidamente orientados, indispensable para proveer las bases a una política que, superando su meta habitual de acumular y entregar obras, actúe sobre tejidos íntimos de la pobreza y sobre las distorsiones profundas de la sociedad urbana. Como sostiene Cuenya5, para dejar de ser sobrepasados por situaciones que apenas llegamos a comprender, los planificadores y políticos deberían hacer un esfuerzo de diagnóstico serio, dejando de lado la práctica profesional común en los últimos tiempos, que consistió en priorizar las soluciones antes que la comprensión de los problemas que se querían solucionar. Nuestros países no sólo no actualizaron su base informativa acorde a las transformaciones vertiginosas de todo lo que experimentaron nuestras sociedades. Asistimos a la generación de un número cada vez mayor de programas y políticas sociales que comúnmente no se vinculan con las políticas sectoriales sino que, como vimos, se estructuran al margen de ellas y están concebidos a partir de diagnósticos muy globales. El esfuerzo del ámbito académico debe estar orientado a los sectores más carenciados por un principio básico de equidad y de responsabilidad social, de manera que los eventos que desde aquí se llevan adelante no solamente sean un ejercicio intelectual de unos pocos iluminados, sino verdaderas "fábricas" de alternativas para optimizar recursos siempre escasos. Por otra parte se debe considerar el hecho de que la capacitación tradicional de la Universidad, para la inserción liberal, empresarial o estatal de sus egresados debe admitir espacios para fortalecer los nuevos caminos emergentes, vinculados a los problemas de la población de menores recursos . Por ello el ámbito académico debe contribuir con su conocimiento para, como indica Carrión 6 , • hacer más ciudad para más ciudadanos, revalorizando la calidad de la ciudad en términos sociales, ambientales y estéticos...La nueva ciudad debe socializar el espacio urbano y ser integradora (no 5 Cuenya, Beatriz (1997). 6 Carrión, Fernando. (1998).
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