El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social

para la habitabilidad del conjunto ni para el entorno. Si consideráramos la flexibilidad de la normativa, se podría adoptar esta metodología; no obstante, uno de los objetivos de diseño busca crear óptimas condiciones de vida y esto incita a tomar como factor determinante la densidad habitacional a proyectar. El terreno comprado fue escogido, entre otros motivos. por una relación de precio y estudio de cabida cuyo resultado daba que en el terreno de 1.350 m 2 cabían 55 unidades de vivienda de 48m 2 cada una (familia promedio de 4 personas). Estos datos indican una densidad habitacional resultante de 1.600 hab/Há. cifra alarmante para quienes entienden del impacto que puede causar esto para la calidad de vida de los habitantes. El Plan Regulador Metropolitano de Santiago, señala el desafío de repoblar las áreas centrales con una densidad poblacional promedio entre 150 y 600 hab/Há. Existen distintos criterios sobre la cifra óptima que conjugue calidad de vida, aprovechamiento y funcionalidad del espacio: pero, cualquiera sea la fuente, muchos coinciden en no superar una densidad de 1.000 hab/Há. Ante la disyuntiva de rentabilidad económica (aprovechamiento del terreno) y calidad de vida (en cuanto a densidad habitacional), se opta por una densidad neta de 900 hab/Há, que si bien es alta, es aceptable y manejable, y permitirá la factibilidad económica del proyecto. Esta densidad, admitiría un máximo de 297 habitantes, equivalentes a 74 familias de 4 integrantes. Recogiendo el perfil de la demanda, se plantea ofrecer 72 unidades de viviendas que puedan acoger familias unipersonales como también familias de más de 4 integrantes, y manejar de ese modo la densidad habitacional. 2. Para reducir el impacto del costo de suelo en el valor de la vivienda, se propone ofrecer superficie a otros usos que signifiquen ingresos adicionales a lo que es la venta de viviendas, tales como un borde de locales comerciales y un stock de estacionamientos y bodegas, que al igual que en la actual oferta inmobiliaria de la comuna, Sóli bienes adicionales que no se incluyen en el valor de la vivienda, pero que significan plusvalías para el proyecto, ya que son cada vez más necesarios. 3. Las unidades se proyectan para ser entregadas como un contenedor de recintos conformados y funciones habilitadas (normativa viviendas económicas) con un estándar de obra gruesa habitable, cuyo potencial es crecer interiormente para conformar nuevos recintos ya sea con nuevos cerramientos interiores, o bien aumentando la superficie dentro de la misma cáscara. Solo aquellas unidades más pequeñas, de 1 dormitorio y algún modelo tipo de 2 dormitorios (22 de las 72 unidades) no ofrecen crecimiento, pensadas para aquellas familias que no lo necesitan, personas solas o parejas de tercera edad, por ejemplo. Propuesta conceptual Con el propósito de realizar una renovación urbana de integración, se busca recomponer una manzana que ha comenzado a desarticularse del tejido urbano que le rodea. Para esto se trabaja en aquel vacio que se convirtió en foco de inseguridad, para revitalizar. La intervención recompone los bordes de la manzana, de modo que se definan como los contenedores del vacío interior que hay en ella, que alberga el equipamiento y las áreas verdes del barrio. En síntesis, se trata de una sucesión de bordes (lo construido) que contienen vacíos de áreas verdes. a distintas escalas. El vacío adquiere valor en si mismo cuando se encuentra definido por la masa, cuando ésta adopta la función de contenedor. La intervención es una recomposición que reconoce algunos elementos de la trama urbana: • La fachada continua, cuyo borde perfila y dialoga con el espacio público. • El edificio tipo patio, como contenedor de los vacíos interiores que acogen la vida privada.

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