El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social

La participación de los "desarrollandos" no resuelve la asunción de espacios de poder y de decisión sobre los beneficios que les son otorgados, si ésta no es acompañada de la cesión de recursos y de espacios de poder de gestión y cuotas de inserción social por parte del sector dominante. Entonces, la carencia de recursos de supervivencia, carencia de poder de gestión y negociación, y la carencia de inserción social satisfactoria o equitativa plantean los obstáculos más importantes para la búsqueda autónoma de crecientes niveles de vida. No obstante, más allá de las connotaciones asignadas a las circunstancias de las personas en relación a su nivel de carencias, la pobreza impresiona por su magnitud. La magnitud de la pobreza ha llegado a alcanzar a la mitad de la población de un país como la Argentina, y además es creciente. Desde la década del ·so, los niveles de pobreza de la población, particularmente urbana de A. L. son alarmantes. Sin embargo, su progresión aumenta a un ritmo que supera lo previsto por los analistas. Efectos del modelo socio-político y económico? Se reconoce que, en definitiva, son efectos de un orden establecido sólo para algunos, que no reconoce la equidad social, la integración, y el acceso por igual a bienes y servicios considerados básicos. Se trata de lo que Max Neef llama patologías sociales. Son patologías colectivas que superan los límites criticas de intensidad y duración. Las patologías no sólo afectan a los pobres estructurales, en la medida que cada vez hay más nuevos pobres. Las estadísticas crecen y enumeran personas que aumentan su nivel de carencias. El desempleo es uno de los indicadores más severos de las patologías consideradas sociales. Si bien se reconoce que el desempleo es un indicador intrínseco al mundo industrial, el alcance que asume actualmente involucra cientos de miles de personas que ven decrecer su niveles de subsistencia y protección, y en consecuencia afectan la satisfacción de sus necesidades de afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. La exclusión del mundo de la economía genera una de las más importantes exclusiones sociales. De allí que, las corrientes economicistas revisionistas asignan a la economía una importancia creciente en el sistema socio político: "la economía está para servir a las personas, y no las personas para servir a la economía" (Max Neef, 1986). La superación de problemas económicos tales como el desempleo supera los límites disciplinares de la economía. De allí, la complejidad de su solución. Los efectos de una patología que lejos está de ser considerada patología individual, ha demostrado que es capaz de ser transformada en energías mal canalizadas y acciones destructivas para la sociedad. Delincuencia, mercado de la droga, prostitución temprana son sólo algunas de sus consecuencias. La definición de pobreza de Max Neef plantea la cuestión sobre pilares de déficit de capital humano. La pobreza es una patología de la sociedad. Es la satisfacción no resuelta (o insatisfacción) de una o varias necesidades humanas fundamentales. Max Neef no plantea la pobreza, sino las pobrezas, sustentado por la idea de que "cualquier necesidad humana fundamental que no es adecuadamente satisfecha revela una pobreza humana". Así definidas, las pobrezas son necesidades insatisfechas de subsistencia (debido a alimentación y abrigo insuficientes); de protección (debido a sistemas de salud ineficientes, la violencia, la carrera de armamentos); de afecto (debido al autoritarismo, la opresión, las relaciones de explotación con el medio ambiente); de entendimiento (debido a la deficiente calidad de la educación); de participación (debido a la marginación y discriminación de mujeres, niños y minorías); de identidad (debido a la imposición de valores extraños a culturas locales y regionales, emigración, exilio). Las caras de la pobreza expresan estas múltiples necesidades, a veces todas juntas, y potenciadas entre si. La interdependencia de las relaciones que se establecen entre las formas de pobreza descriptas puede llegar a explicar la magnitud y el carácter estructural con el que hoy se nos presenta este flagelo: la imposibilidad de que un gran número de personas estén imposibilitadas de diseñar sus propios proyectos de vida en común. Que para ellas, el devenir de la historia, les esté impuesto. Intervenir sobre las múltiples pobrezas, diagnosticarlas, enfrentarlas y operar requiere un compromiso fuerte con el grupo de personas en situaciones de pobreza. La medición de la cuantía o insatisfacción de las necesidades no debiera ser exogenerada. Existen suficientes ejemplos de gestión para el desarrollo que demuestran la falta de validez de los indicadores de la pobreza que no son surgidos de la comunidad, no endogenerados por la comunidad. 4

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