El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social
Del mismo modo un pasaje hacia una política urbana integradora de todos los sectores conduciría necesariamente a cambiar el paradigma que la sustenta actualmente, inspirado en experiencias urbanas con clivaje en estructuras socioeconómicas y productivas muy diferentes a las que ésta se orienta. Reconocer los contrastes de la ciudad, bien ilustrados por el mapa del apartado 1, entender la disputa por el suelo y por ende comprender a los sectores populares también como actores del desarrollo urbano porteño, son el primer paso para resolver esta contradicción. Así la política habitacional podría incorporar la dimensión urbana del problema y ofrecer respuesta también a escala urbana, asumir que sus fines no se resuelven en la dotación de vivienda, sino que además hacen directamente a su rol como asignadora de un lugar en la ciudad, de una localización intraurbana particular, que debe ser legitimada y orientada por la política urbana más amplia. La reserva de suelo en la ciudad para los sectores populares conjuntamente con la instrumentación de los principios de la planificación urbana con fines no excluisvamemte orientados a la valorización del suelo urbano, son principios ineludibles para una ciudad más justa. Precisamente, la mejor expresión de la contradicción entre política urbana y política habitacional tiene base en la ausencia de una política de suelo para la Ciudad en la que el Estado resuelva, por acción, el umbral de intensidad que pueden admitir los procesos de valorización. Sirve de ejemplo lo dicho respecto de los 7.000 desalojos previstos para fines del 2007 en la Ciudad, en el que el Estado actúa por omisión, incidiendo directamente en la crisis habitacional de estos hogares. Por otra parte abordar la construcción de los sujetos de la política habitacional desde una perspectiva menos cuantitativa y más cualitativa requiere reconocer a los hogares de sectores populares, en su particular inserción en la estructura económica productiva. También conduce a su reconocimiento como actores en el proceso de desarrollo urbano. La diversidad y complejidad de las formas de organización y producción económica de los hogares que hacen la economía popular plantea a priori la necesidad de complejizar las soluciones habitacionales. Y por sobre todo, conduce a interpretar la resolución de sus necesidades habitacionales en el marco del proceso que hace a la reproducción de su vida. Como señalamos en un trabajo anterior 12 el proceso de producción social del hábitat aludiendo a la producción de ciudad y vivienda que de manera organizada llevan adelante los hogares de sectores populares está intrínsicamente ligado con el proceso de reproducción de la vida de estos mismos hogares por lo que su comprensión no puede darse de manera aislada sin comprender las articulaciones entre ambos. (Rodríguez et al!., 2007) Este escenario permite además comprender las necesidades que tensionan el hábitat de estos hogares que son productivas, además de reproductivas. Estas tensiones inciden además en definiendo nuevas necesidades que no son del dominio exclusivo de la vivienda, es decir interpelan no únicamente a la espacialidad de la vivienda, sino también a las condiciones de su inserción - localización - intraurbana- que cómo señalamos en el apartado 2 tiene factores de localización particulares y distintos a los que pueden guiar la localización de hogares con otra inserción en la estructura económica- productiva. 6. Bibliograffa Cravino, Cristina. (2006). Las Villas de la Ciudad: mercado en informalidad urbana. Prometeo, UNGS: Buenos Aires. 12 Rodríguez, Di Virgilio, Preocupez, Vio, Ostuni, Morales y Mendoza. (2007). Políticas de Hábitat, desigualdad y segregación socio espacial en el Area Metropolitana de Buenos Aires. AEU-IIGG/ FSOC- UBA, Grupo Argentina de Producción Socialdel Hábitat hic-al FVC-MOI-SEDECA. 13
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