El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social
para la clase media que otorgan el IVC en conjunto con el Banco de La Ciudad tiene como tope los $ 95.000 (pesos argentinos) con un plazo de treinta año para su devolución. 4. Política urbana versus política habitacional ¿Hacia dónde va la política urbana en la Ciudad? A partir del año 2002 se inicia un período distinto respecto del matiz que asumen las políticas públicas en la Argentina, en casi todas las áreas, dejando atrás el sesgo neoliberal que las caracterizó durante la década de los noventa. Sin embargo, la impronta de la política urbana que se delineó durante esa década para la Ciudad de Buenos Aires mantiene hasta hoy cierta similitud en particular por el paradigma urbano que intenta isntalar. Las expresiones más fieles de ese paradigma fueron: el desarrollo urbano del Puerto Madero y la reconversión del Abasto. Ambas operaciones dejaron como resultado la reconversión del uso de esas áreas lo que propició un intenso proceso de valorización de la tierra urbana. Actualmente el Plan urbano ambiental es el instrumento propuesto como marco general para la definición de la política urbana, en el que se explicitan los lineamientos generales y estratégicos que guiarán el devenir del proceso de desarrollo urbano de Buenos Aires. Si bien todavía se halla sujeto a aprobación en la Legislatura para constituirlo en ley marco a la que deberá ajustarse toda la normativa urbanística y las obras públicas que se realicen en la Ciudad. Todo esto en consonancia con lo establecido por el art. 29 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. Los aspectos funcionales de la ciudad sobre los que pretende incidir el PUA remiten, principalmente, a: 1) la definición y consolidación de nuevas áreas de centralidad, o sub-centros, 2) la rejerarquización de la red de transporte, y 3) la recuperación de zonas degradadas principalmente por la obsolescencia de sus infraestructuras y su parque edilicio. Entre los cambios más significativos que plantea para la estructura urbana se cuentan: el soterramiento del ferrocarril Gral. Sarmiento y sobre ese trazado la consolidación de un corredor de espacio público verde que abastecería a todo el borde Oeste de la Ciudad. Asimismo, plantea la transformación del área de Retiro, para la que prevé el desarrollo de una plataforma intermodal de transporte, y la construcción de superficie para: estacionamiento privado, viviendas y comercio. La agenda urbana, contempla también otros programas orientados al desarrollo económico de la Ciudad con eje en la promoción del sector de industrias culturales que actualmente contribuye con el 4% del PBG porteño. También centra su atención en el turismo receptivo que en el año 2006 involucró la llegada de 7 millones de turistas. Se señala en este sentido que estrategias de desarrollo cómo las citadas que priorizan el turismo y la producción de bienes culturales como motor de la economía urbana, encuentran su inspiración en el marco del mismo paradigma que sustenta a las orientadas por el PUA. Así siguen las huellas de la gestión urbana en particular de algunas ciudades Europeas - Barcelona, Bilbao, Glasgow, Londres, París- que han entendido a la ciudad como objeto de consumo simbólico y dieron lugar a estrategias sustentadas en el marketing urbano, ofertando la experiencia urbana como otro bien posible de consumir en el mercado global capitalista. En síntesis la política urbana vigente en la Ciudad tiene entre sus principales características: el interés por moldear una ciudad atractiva para la inversión de capital inmobiliario. Así lo confirma el resurgimiento del debate por la intervención que promueve el proyecto urbano elaborado para el área de Retiro orientado a reproducir el tipo de operación que tuvo lugar en Puerto Madero, hoy, el sector de mayor valor inmobiliario de la Ciudad. Lo que implica por otra parte la negación permanente de la ciudad como producto del trabajo social en tanto este tipo de operaciones propician directamente el incremento del valor del suelo urbano y la apropiación por parte de los actores del desarrollo inmobiliario (propietarios del suelo, promotores o developers, empresas constructoras, etc.) de las rentas diferenciales que se producen. En la misma línea la política urbana expresa el anhelo por autonomizar el devenir económico de la Ciudad del contexto 9
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