El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social
1) Los recursos destinados al programa fueron fiscales, otorgados por el Gobierno del Distrito Federal, la asignación de los créditos respondió más a las características de ingresos familiares que a la capacidad de pago de los acreditados quienes tenían que demostrar: vivir en el Distrito Federal (aspecto que establece la Ley de Vivienda), no rebasar un ingreso individual de 4.7 veces salario mínimo ú 8 en caso de ser familiar (es decir 615 ó 1, 047 US dólares); constituir un núcleo familiar. Los créditos se otorgaron sin que se solicitara la aportación de un enganche y sin tasas de interés. El pago del crédito se calculaba en salarios mínimos, la aportación mensual para este fin no podría rebasar el 15% del ingreso familiar. Calculándolo a 30 años un considerable número de familias no podría cubrir el monto total del costo de la vivienda, esa diferencia se asumía como subsidio. 2) A algunas familias que por su situación en extremo vulnerable se les apoyó con un subsidio adicional, en casos extremos hasta del 100% Por su importancia, destacó el inciso dos que se refiere al Programa Emergente de Vivienda en Alto Riesgo Estructural, que representó la posibilidad de que familias que por décadas habían habitado en inmuebles a punto de colapsarse -y en la mayoría de los casos al estar en el Centro Histórico de la Ciudad de México estaban catalogados como patrimonio histórico o artístico (elemento que significaba la necesidad de una mayor inversión)- pudieran acceder a su vivienda en mejores condiciones. Este programa se basó, primero, en la desocupación inmediata de los edificios para garantizar la integridad física de las familias que habitaban dichos inmuebles; en tanto se apoyo a las familias con ayuda de renta mensual o se les reubicó provisionalmente en albergues u otros sitios, aunque algunas eligieron hospedarse con parientes. En una primera etapa, durante el año 2003 el equipo realizó un diagnóstico de los inmuebles que se encuentran en mayor riesgo, dando prioridad a los ubicados en el Centro Histórico y la Delegación Cuauhtémoc. Se integró una lista de 209 inmuebles y se formó una Comisión Técnica con la participación de la Secretaría de Obras, el Instituto de Vivienda y la Dirección General de Protección Civil del Gobierno del Distrito Federal, quienes junto con la Dirección de Concertación Política visitaron los predios y definieron el primer grupo de 106 casos en situación de muy alto riesgo estructural, en donde fue necesario llevar a cabo las expropiaciones respectivas con un importe de alrededor de poco menos de cinco millones de US dólares. Durante 2004 se llevó a cabo la segunda etapa del programa, habiendo realizado la revisión de más de 1 mil 400 inmuebles, de los cuales se ha determinado que 147 se encuentran en situación de muy alto riesgo y, por lo tanto, se han incorporado al programa. De los 106 inmuebles incluidos en la primera etapa se concluyeron las obras en 74 de ellos y 18 predios ya se encuentran en proceso de construcción, quedando por iniciar proyectos en otros 14. Para la operación de este programa se consideró, en primera instancia, la calificación del inmueble por su grado de riesgo y si de acuerdo con esta calificación se incorporó al programa, se procedió a su expropiación buscando que, de existir algún propietario cierto, se llevara a cabo de manera concertada. Una vez expropiado un inmueble, se efectúo su desocupación con el apoyo de diferentes áreas del gobierno de la ciudad, habiéndose realizado previamente un cuidadoso censo de las familias ocupantes a quienes se les entregó un certificado de vivienda (este documento especificó el número de vivienda y el inmueble que le corresponde a cada familia, además de contar con todas las medidas de seguridad para ser infalsificables). Posteriormente, se realizó la demolición de los edificios, se desarrollaron los proyectos ejecutivos y, de acuerdo con la programación del presupuesto, se dio inicio a la construcción de las nuevas viviendas. El Programa Emergente de Vivienda en Alto Riesgo Estructural formó parte también de la política de repoblamiento del área central de la ciudad y considera, en los casos de edificios catalogados por el INAH, por el INBA y/o por la Dirección de Sitios Patrimoniales de la SEDUVI, las acciones necesarias para su conservación patrimonial en coordinación con dichas instancias. 200-2006 política habitacional en el Distrito Federal, México ¿experiencia exitosa? 7
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