El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social
en los indicadores sociales, culturales y ambientales. Las cifras sobre la pobreza no lo muestran así, empezando por el indicador nacional que se redujo al 21%; sin embargo, las cifras muestran el dramatismo de esta condición, en la cual la pobreza se sitúa a nivel nacional en el 49,2% y la indigencia en el 14.7%. A nivel urbano la pobreza representa hoy en día el 42,3% (DNP, 2006). 3. El caso de la ciudad de Bogotá Colombia, es un país que esta determinado por el modelo de desarrollo asociado al modo de producción capitalista y a su etapa más desarrollada: el neoliberalismo. Bogotá no es la excepción y es el referente del avance del modelo en el país. Este modelo se refleja en todos los ámbitos de la vida de la ciudad, tanto los públicos como los privados y generan a su vez una visión territorial que se construye a través del Plan de Ordenamiento Territorial - POT-, espacializando un modo de producción que basa todo su crecimiento y progreso en las fuerzas del mercado. El modelo de ciudad propuesto por el POT plantea un modelo integral de desarrollo, en el que se establecen las directrices y mecanismos necesarios para lograr un aprovechamiento territorial equilibrado, equitativo y eficiente 1 3 , dentro de ellos el de mejoramiento de los barrios marginados. Sin embargo, la implementación de este modelo tampoco ha logrado resolver los problemas estructurales de la ciudad y las características como el desarrollo de la informalidad urbana en todas sus manifestaciones (físico-espacial, ambiental, económica, social y jurídica), las cuales se mantienen y tienden a profundizarse debido al aumento de la brecha entre pobreza y riqueza, sumado a los fenómenos como el aumento del número de desplazados, el aumento del número de desempleados, el acumulado de los problemas no resueltos en materia de infraestructura barrial y local, así como las nuevas condiciones y tarifas establecidas para el acceso y disfrute de los servicios públicos domiciliarios, el aumento de las tarifas de avaluó catastral. Esta concepción de la planeación, que se plasma a su vez en una visión de ciudad, se ha venido manejando desde los años 60 en la ciudad, y continúa generando problemas estructurales en el crecimiento urbano al estar determinando el conjunto del desarrollo urbano a la racionalidad del mercado exclusivamente. Es la sumatoria de actuaciones sobre la ciudad conectadas a los planes de desarrollo y las formas de planeación la que ha generado que el crecimiento urbano de la ciudad se halla configurado mediante la superposición de dos modos prioritarios de producción de ciudad, el formal y el informal. Formas que basan su racionalidad en formas diferenciadas de mercado, incidiendo negativamente en la habitabilidad y en las condiciones de vida de la mayoría de la población urbana. Baste con observar que los desarrollos de origen informal han aportado un peso importante al crecimiento de la ciudad. Según cálculos realizados por el POT, que toman como promedio once años, la proporción de este tipo de desarrollos hasta el año 2007 alcanza el 23% del área de urbanización total de la ciudad (SPD, 2007). Así, el modelo de ciudad basado en la política neoliberal ha significado el desmonte del Estado de bienestar a cambio de un Estado regulador de mercado. Este modelo que ya opera en Bogotá, ha efectuado la transferencia de la responsabilidad pública al sector privado en materia de servicios públicos (privatización de las empresas de electricidad, telefonía, gas natural, aseo, y transporte), en materia de servicios sociales (imposición de un modelo de privatización de la salud y la educación), en la venta de activos públicos y su supuesta reinversión para la atención de las necesidades sociales que se siguen aumentando. En esta misma dirección el nivel central del Estado ha efectuado la entrega de concesiones viales, y servicios aeroportuarios, al igual que la venta de la banca pública y el saneamiento de la privada con dineros públicos. Convirtiendo una política pública en la colectivización de los errores privados y, por tanto, socializando sus pérdidas, más no sus utilidades. 13 Bajo este concepto se contemplaron seis tipos de tratamientos para ordenar tanto la ciudad existente como la prevista para 10 aiios: 1. conservación de los sectores construidos que se preservan en buen estado, 2. consolidación de los sectores construidos que permitan densificación, 3. mejoramiento de los barrios marginados, 4. renovación de los sectores urbanos deteriorados, 5. desarrollo ordenado de las zonas de expansión, y 6. protección de la estructura ecológica principal (DAPD, 2000:6-7). 6
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