El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social

materiales y culturales sobre la cual se conforman capacidades y disposiciones productivas, lo que obviamente incide en las posibilidades de la economía. Hoy se afirma que la competitividad es sistémica, y que en el mercado global compiten no sólo empresas sino sistemas institucionales, y dichos sistemas son económico-sociales (y político-culturales)" (CORAGGIO, 1993) De la misma manera, las actividades normativas, constructivas o de mejoramiento generan de por sí externalidades positivas (revalorización del suelo urbano y de lo construido, mayor integración urbana y social a la ciudad, generación de mano de obra, incremento del empleo, aumento de la autoestima personal y comunitaria, etc.). Bajo este criterio, un determinado proyecto y/o programa resulta más sostenible a nivel social si las externalidades generadas por los estos, fueran capitalizadas en su mayoría por la propia comunidad afectada o su entorno cercano o local. evitando así la fuga de recursos. beneficios y oportunidades hacia terceros ajenos al sistema comunitario existente. Medidas como brindar prioridad en los procesos licitatorios a las empresas locales, exigir contratación de mano de obra local a las empresas seleccionadas, dar prioridad al empleo de tecnologías que permitan activar los circuitos productivos locales, entre otras, son indicativas de las externalidades factibles de ser capitalizadas por el sistema comunitario local. Mejor tecnología disponible en el ámbito local Este principio se refiere a los criterios de adopción tecnológica utilizados para la solución de problemas. Se considera mejor práctica aquella que propicia el uso y transferencia tecnológica de aquellas soluciones desarrolladas a partir de los recursos regionales, por su mayor capacidad de adaptación a las condiciones de producción locales, siempre que respondan a ciertos principios de pertinencia y eficiencia en relación al problema a abordar. En este sentido, mejor tecnología disponible se interpreta como criterio de sostenibilidad en cuanto, por un lado, optimice los recursos disponibles, y por otro, potencie o acentúe las capacidades existentes en el grupo que las aplique. En esta dirección puede considerarse mejor una solución que otra en cuanto signifique un incentivo a las formas de producción innovadoras, pero que no desechen el capital acumulado por los actores locales. La pertinencia puede evaluarse en términos de adecuación a las condiciones preexistentes. y a la naturaleza del problema y el de eficiencia a la relación costo-beneficio comparativo con otras soluciones. La primera es una variable dependiente de las condiciones de partida; la segunda es una variable relacional, que depende no de las condiciones propias del proyecto sino de la disponibilidad de otras soluciones que pueden no ser conocidas por el grupo destinatario o cuya aplicación implica un cambio de modalidad tecnológica. Reconocimiento de los recursos invertidos Toda intervención habitacional y/o urbana, aún en términos de informalidad y situación deficitaria, supone recursos puestos en juego por una familia o una comunidad. Recursos que poseen su valor no sólo económico sino además simbólico, en cuanto resultan las materializaciones de los esfuerzos y logros alcanzados. La cotización y valorización de lo invertido por una comunidad, en relación a mejoras que en términos habitacionales o urbanos haya realizado, y su consecuente reconocimiento como contraparte en las nuevas intervenciones, resulta otro de los criterios claves que permiten garantizar la sostenibilidad social de un proyecto y o programa. Bajo este criterio no sólo se logra valorizar lo existente sino que se disminuyen notablemente las actitudes clientelares y tecnocráticas, favoreciendo la complementación de recursos y esfuerzos y disminuyendo notablemente las resistencias ante posibles traslados o procesos erradicatorios. Conservación de redes de subsistencia Este criterio se fundamenta en la Economía Popular o del Trabajo, la cual hace referencia al "conjunto de recursos que comandan, y a las actividades que realizan para satisfacer sus necesidades de manera inmediata o mediata -actividades por cuenta propia o dependientes, mercantiles o no-, los individuos o grupos domésticos que dependen para su reproducción de la realización ininterrumpida de su fondo de trabajo" (CORAGGIO, 1999). Ponencia V Jamada Internacional de Vivienda Social - Mgtr. Arq. Daniela Gargantini- Arq. Joaquín Peralta 8

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