El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social

opiniones, sugerencias o propuestas en forma individual y colectiva y a la obligatoriedad de los organismos municipales involucrados de responder a las inquietudes planteadas" (REESE, 2003) El involucramiento de las comunidades en las que se pretende intervenir resulta bajo este principio de carácter esencial, en tanto permite precisar las necesidades prioritarias, a la vez que genera un caudal de información útil y clave para la gestión, promueve el aporte de nuevas ideas, y posibilita una evaluación y monitoreo continuo de la marcha de los procesos. Ante esta situación resulta importante y necesario rescatar, que los espacios de poder generados a través de una participación efectiva en la toma de decisiones, eleva la autoestima de la comunidad y moviliza potencialidades y recursos fundamentales. La concreción de proyectos socio-habitacionales de este tipo puede considerarse bajo este marco, como un aglutinante que permite el fortalecimiento y la consolidación de este trabajo organizativo, tanto para las familias beneficiarias como para las propias estructuras y equipos técnicos involucrados. La vivienda o la intervención urbana se transforma así en un instrumento que permite la implementación de procesos constructivo-educativos tendientes a descubrir y desarrollar potencialidades locales, como así también dejar instaladas capacidades para resolver de manera consciente y responsable situaciones inherentes a otras problemáticas futuras. Anclaje territorial Este criterio es aplicable a la valoración del fortalecimiento de las identidades locales basándose en el principio de pertenencia territorial. En este sentido, son socialmente más sostenibles los proyectos que favorecen el menor desplazamiento forzado de la población. Desde el punto de vista de la gobernabilidad, porque disminuyen la conflictividad entre grupos sociales desplazados y comunidades receptoras. Desde el punto de vista económico, porque facilitan el desarrollo de sistemas productivos y de inserción laboral a partir de los recursos locales y, fundamentalmente, porque fortalecen las idiosincrasias locales, permitiendo el mantenimiento en el tiempo de las redes comunitarias, institucionalizadas o no, que dependen fuertemente de las condiciones de proximidad física. Subsidiariedad + gobernabilidad Esta línea guía se refiere a la necesidad de favorecer que la solución a los problemas sea generada y gestionada por aquella institución, que teniendo competencias sobre el mismo, esté más cerca del problema. En el caso de la vivienda es, en este sentido, socialmente más sostenible un proyecto generado por la propia comunidad, es decir de abajo hacia arriba, que uno generado verticalmente de arriba hacia abajo. En caso que la institución más cercana al problema tenga competencias suficientes en términos jurídicos y administrativos para afrontar el problema, pero carezca de los recursos, la instancia superior en jerarquía administrativa podrá proveerle los recursos o facilitarle el acceso a los mismos, pero debe permitir que la instancia original mantenga el control y la iniciativa de la gestión. Este tipo de mecanismos, poco habituales en nuestro medio, ofrecen mayores garantías de aceptación y apropiación positiva por parte de la población beneficiaria, que aquellos propuestos y desarrollados desde las instancias administrativas o gubernamentales de escala mayor. La gobernabilidad, se refiere en este caso, a una mayor posibilidad de control de los emergentes negativos y difícilmente predecibles que toda acción social genera. Es sin embargo importante detenerse en el problema de las competencias para resolver los problemas de superposiciones jurisdiccionales que inevitablemente se producen en los proyectos urbanos. Para ello se propone la complementación de este criterio con el siguiente principio. Escala contingente Los problemas sociales, como los ambientales, abarcan siempre o casi siempre varias escalas, tanto en el sentido territorial como en el jurídico-administrativo, es por ello que debe procurarse encontrar la escala en la cual se solucione el problema de la manera más eficiente, atendiendo al principio de atacar las causas y no las consecuencias. Por ejemplo, los problemas de vulnerabilidad ambiental de la vivienda precaria y pobre (inundaciones, deslizamiento de suelo, contaminación, etc.), dificilmente puedan ser abordados desde la escala comunitaria o vecinal, ya que por lo general involucran causas externas a la propia comunidad. Es posible también que las soluciones técnicas requieran de intervenciones con tecnologías de difícil apropiación Ponencia V Jamada Internacional de Vivienda Social - Mgtr. Arq. Daniela Gargantini- Arq. Joaquín Peralta 6

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