El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social

Mediante este tercer paradigma se plantean opciones de acceso a conjuntos nuevos en su mayoría de desarrollo progresivo a partir de núcleos básicos (de uno o dos niveles) construidos por empresas privadas así como también se implementa una amplia gama de programas de mejoramiento/acondicionamiento barrial. Al tiempo que aduciendo dificultades administrativas y/o de control, no se canaliza el apoyo a la autoconstrucción/gestión en predios baldíos o ya ocupados por asentamientos, capaces de alojar más unidades para las familias desdobladas o allegadas. Si bien la política de subsidios habitacionales es de obvia aplicación en contextos de creciente pobreza, resulta voluntarista y/o de mera ideología neoliberal la que preconiza al mercado como el mecanismo único, capaz y suficiente para convertir los bonos de subsidios en unidades de vivienda. Así como también resulta un fracaso el tratamiento de asentamientos irregulares sin considerar el entorno con familias en similares condiciones de ingresos y necesidades básicas insatisfechas. La gestión y asesoría del BID desde comienzos de los noventa, desestima y/o desdeña la evidencia de capacidades de autogestión asistida que acumularon las experiencias latinoamericanas durante la puesta en marcha del paradigma anterior donde, los recursos públicos apoyan y regulan las actuaciones y los aportes colectivos de los mismos pobladores. Cabe entonces subrayar, la innovación que se presenta en contextos que cuentan con una amplia trayectoria de proyectos gestionados mediante Organizaciones de pobladores. En tanto la capacidad de negociación de familias agrupadas (adjudicatarias del subsidio) facilita la negociación para un acceso más beneficioso al mercado inmobiliario así como, la disposición por incorporar valor agregado mediante la ayuda mutua resultan consagrados en el reconocimiento a la constitución de Grupos de Adjudicatarios del Subsidio Habitacional. Iniciativa que involucra a entidades oficiales viviendistas que interceden ante el BID, para el desarrollo de la opción por reconocer y asistir a emprendimientos Grupales tanto, para favorecer la negociación de compra de edificios/unidades de vivienda usada como, para la implementación de proyectos de reciclado/densificación y/o de desarrollo de conjuntos nuevos. En definitiva resultaba un ajuste realista y a su vez pertinente al fortalecimiento de la gestión local y participativa que el mercado no es capaz de ofrecer, ni concebir como alternativa al negocio inmobiliario convencional. El 'Reglamento del SIAV-Grupal' en Uruguay es el primero incorporado a la operativa de vivienda subsidiada en el MVOTMA (Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente) a partir de 1996. Mediante esta disposición se implementa además, el registro y la regulación de los Equipos Multidisciplinarios de Asesores -del tipo de Institutos de Asistencia Técnica y/u ONGs– para la promoción y constitución de Grupos de Derechohabientes del Subsidio para las gestiones e implementación de los proyectos/reciclados habitacionales para asociaciones de familias de bajos ingresos. Según el modelo de Reglamento para la constitución de "Grupos de Adjudicatarios del Subsidio Habitacional" quedan establecidas 2 modalidades principales programáticas innovadoras: o Por un lado, las "Agrupaciones Territoriales" basadas en la permanencia e historia de compartir un sitio (como son el caso de ocupantes irregulares de cantegriles, villas miserias, ciudades perdidas, etc.) cuyos pobladores resultan ahora receptores del subsidio habitacional y que mediante el apoyo de ONGs y/o equipos asesores, emprenden proyectos de mejoramiento y gestionan la regularización/consolidación de casas/tenencias (y aún, del acondicionamiento del suelo). Y en los casos de tenencia privada, la búsqueda del consentimiento y/o la aceptación del pago, por parte del(os) propietario(s) del predio que ocupan. las experiencias de mejoramiento de barrios carenciados en Colombia, Perú y Brasil presentan variantes de realizaciones basadas en marcos de gestión público-privado-social con el denominador común de subsidios y actuaciones grupales. o Por otro lado, a través de "Proyectos Convocantes" inicialmente generados por ONGs/equipos asesores y recientemente aún por empresas privadas, parten de un terreno disponible con proyecto aprobado de desarrollo progresivo tanto, por las instancias oficiales como, por cada familia con subsidio adjudicado. Proyectos Convocantes organizados a partir del listado de interesados tanto en la ubicación así como por el prototipo exhibido, mediante aceptación por asumir costos y un plan de tareas grupales de ayuda mutua entre las familias participantes. la socialización y el afianzamiento de actitudes colectivas se ordenan y cultivan durante las obras como sustento de la convivencia y la autogestión vecinal. La legendaria experiencia de FUNDASAL en El Salvador es referente latinoamericano de esta modalidad. Asimismo han surgido iniciativas para canalizar los Subsidios Habitacionales al pago de Alquileres; con la idea por un lado, dar derecho de uso a unidades en alquiler (o para compra, según se establezca por contrato) acotado a 3 o 5 años y, por otro lado, para reanimar al sector privado en la construcción de edificios de alquiler. Canalizar el Subsidio Habitacional en vivienda en alquiler es de larga trayectoria en contextos de países industrializados donde estuvo asociada a programas de rehabilitación urbana. Así la experiencia holandesa 1974-1994 y, en particular, los cambios introducidos hacia fines de siglo pasado para incluir opciones de 'leasing', constituyen referencias potencialmente aplicables en la Región latinoamericana. 7

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