El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social

PARADIGMAS de INTERVENCIÓN PÚBLICA en HABITAT URBANO (Impulso y freno del aporte regional a la innovación del 'hacer cíudad' con sus pobladores) Arg. Edgardo J. Martínez Camarotte emart íne@fargedu.uy - UAEM-México/UdelaR-Uruguay. actualizado en Agosto 2007 En la experiencia latinoamericana trascienden tres paradigmas principales que orientan tanto la percepción como, las intervenciones públicas en materia de vivienda urbana de interés social. En los hechos, estos preceptos aparecen mezclados o sobrepuestos en el tiempo y en el espacio de las actuaciones institucionales pertinentes. En tanto esgrimen diferentes estrategias para el acceso al Suelo, para la obra del Alojamiento y para la conexión a Servicios Básicos. Al tiempo que involucran a distintos gestores (públicos, privados y sociales) que abarcan e interactúan en diferentes desempeños financieros y/o del patrocinio. Y en cuyas motivaciones y i formas de relacionamiento, está la clave para entender la limitada capacidad de respuesta al connotado proceso 1 de (peri)urbanización y/o expansión metropolitana que caracteriza a los grandes conglomerados y ciudades intermedias de la región. Mediante los paradigmas expuestos se indaga hasta qué punto las entidades oficiales han vertebrado variantes de Gestión y Producción de ciudad que, articuladas a las percepciones prevalentes sobre la problemática en cuestión asumieron a los mismos Pobladores ya sea, como meros beneficiarios/consumidores o, como auto– gestores participativos individuales y/u organizados en agrupaciones ad hoc o perdurables. Congruentemente se hace referencia a Proyectos emanados de cada percepción. Al final 4 temas conclusivos aportan a la pregunta l ¿Qué factores frenan el derecho a la ciudad mediante la Producción Social del Hábitat? Encuadre institucional adoptado/transferido de la reconstrucción europea de pos guerra (entorno de 1950 hacia mediados 1970) El modelo operacional de reconstrucción de las ciudades europeas después de la Segunda Guerra Mundial tuvo base en la concepción e implementación de vivienda estandarizada y los criterios CIAM (Congreso(s) lnternacional(es) de Arquitectura Moderna-1933) de organización de usos del suelo en 4 funciones territoriales: Habitar, Trabajar, Circular y Cultivarse. Las realizaciones estuvieron articuladas a una gestión financiera centralizada en Bancos Estatales sectoriales o Hipotecarios por un lado, mediante préstamos puente para las entidades que urbanizan y construyen y, por otro lado, para la compra por parte de la demanda solvente o, luego de una primera etapa de haber sido otorgadas en alquiler y/o usufructo. Modelo de gestión afianzado a las nociones prevalentes del desarrollismo donde cabe resaltar, la polarización de responsabilidades entre la Realización/Adjudicación por parte del planificador-constructor-administrador de los conjuntos habitacionales y, los beneficiarios-ocupantes de las unidades de viviendas para exclusivo Uso/Consumo. El sistema estriba en la gestión pública de recursos estatales que operados desde una tecnocracia centralizada, procede a la captación y distribución de recursos financieros para obras asumiendo a su vez, las tareas de regulación y controles con un reconocido campo de actuación de empresas del sector privado (o estrictamente público, en estados socialistas de la época). Al tiempo de articular las inversiones públicas para el desarrollo y mantenimiento de redes y dispositivos de servicios urbanos a Planes de Ordenamiento Urbano-Territoriales. La reconstrucción de Le Havre en Francia y de Rótterdam en Holanda son las referencias originarias de una experiencia masiva de obras similares para vivienda en bloques y planes de reconstrucción urbana. Asi como también son las áreas de expansión de ciudades en Alemania y la URSS que predominan a partir de la década de los cincuenta y aún parte de los setenta. Transferido como panacea del desarrollo habitacional urbano para América Latina, este paradigma y la normatividad correspondiente son literalmente adoptados por las agencias oficiales de vivienda existentes (Venezuela, Chile y Uruguay entre otros) y/o creadas para tal propósito (por ejemplo, en Brasil y México). En los hechos, la escala de los problemas urbanos y las necesidades de vivienda parecieron ser abarcables mediante una imagen moderna de conjuntos habitacionales en bloques o en tiras. Asi, el voluntarismo de un diseño urbano "higienicista" y de la construcción de proyectos "a gran escala" quedan establecidos desde fines de la década de los cincuenta, consagrados fundamentalmente en los setenta en el marco de la "Alianza para el Progreso". Para entonces en América Latina, el fenómeno de la urbanización acelerada en doble vertiente -por intensidad demográfica y por recepción de migraciones rurales- duplica la población de las ciudades principales cada 10 o 12 años (1), en el ámbito de una economía urbana con sustento principal en el modelo agro-exportador y la industrialización sustitutiva. Al tiempo que se consolida el centralismo administrativo por parte de los gobiernos nacionales y una base de legislación de corte 'bonapartista' en custodia de la propiedad del suelo como derecho civil. Sumiendo las opciones de derecho de uso y/o de tenencia regulada del suelo, además de desplazar a un plano secundario el desempeño de los gobiernos locales. El dinámico crecimiento de las ciudades principales asociado a un incipiente sector secundario (industrial) perfila en definitiva el aumento diferencial del sector terciario (en servicios). Mientras tanto, oleadas de emigrantes rurales - luego de una etapa inicial de asentamiento en pensiones o como 'allegados' - emprenden ocupaciones en loteamientos aprobados como la 'favelización' de morros en Río de Janeiro (desde fines de los 20s). Así como también, mediante ocupaciones

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