El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social

Entonces, la Política Habitacional -en la búsqueda de la disminución del déficit habitacional- durante los años 90, generó una construcción explosiva de viviendas sociales, enfatizando en la producción de viviendas y no en la calidad -en tanto producto- de las mismas. Además, ante la necesidad de racionalizar costos, las viviendas fueron construidas en edificios de departamentos, denominados comúnmente conjuntos habitacionales SERVIU. Para los autores Rodríguez y Sugranyes, el problema identificado de déficit habitacional, y respecto del cual el Ministerio de Vivienda aún seguiría ocupado, ha ido cambiando y evolucionando. La afirmación entonces, es que "se está ante un problema mayor que abarca a miles de familias con techo. Si hace veinte años atrás el problema de la vivienda era el de las familias sin techo, hoy, en Santiago, el problema de la vivienda es el de las familias con techo (RODRIGUEZ, A.; SUGRANYES, A. 2005:14)." Una reflexión sobre los problemas que emergen de la política de vivienda -o habitacional según la perspectiva desde la cual se interprete- que ha llevado a cabo el Estado chileno, la aporta Márquez (2005), quien concluye en un estudio que éstos tienen su fundamento en que los servicios y subsidios entregados, apuntan a la integración funcional de las familias mediante la resolución del problema de los sin techo, pero han descuidado el rol intermediador de la cohesión social. [...] "su diseño no contempla la construcción de una comunidad de sociabilidad y sentidos desde donde sostener procesos de construcción de sujetos y ciudadanos, una comunidad a partir de la cual uno pueda efectivamente cumplir sus aspiraciones y donde el derecho a hacer de la vivienda un proyecto (colectivo o individual) sea posible". [...] La integración funcional supone la interdependencia con un todo social; la integración simbólica, en cambio, supone la implicación de los sujetos en cuanto ciudadanos en un sistema de derechos, normas y valores 4 " (MARQUEZ, F. 2005: 175) A partir de lo anterior, podría señalarse que la entrega de la solución habitacional implicó el traspaso de un bien material a las familias adjudicatarias de un subsidio habitaciona1 5 , que se concreta a través de la vivienda social. Tal iniciativa, no consideró la construcción y adaptación sociocultural de las familias en el nuevo conjunto habitacional, generando un profundo impacto en las expectativas de las personas y en resumen, un deterioro progresivo de las poblaciones que afecta en la calidad de vida de las mismas. Este fenómeno, que podríamos identificar como deterioro progresivo barrial de los conjuntos habitacionales, va más allá de la problemática que afecta a cada población, ya que comprende lo que Tironi denomina nueva pobreza urbana. Ésta alude a transformaciones en el escenario nacional en los últimos 15 años 6 , entendiendo que la pobreza deja de relacionarse directamente con las necesidades materiales, abordando aspectos aún más complejos, de carácter social-urbano. Se percibe entonces, la crisis del modelo asistencialista y la presencia de precariedad en el empleo, desempleo, delincuencia, deserción escolar, inactividad, concentración geográfica de la población pobre, mala calidad de la convivencia en los espacios de hacinamiento y marginalidad junto con escaso valor inmobiliario (TIRONI 2003 in RODRIGUEZ, A.; SUGRANYES, A. 2005). Las personas declaran que se encuentran insatisfechas con su calidad de vida y que tienen el deseo de irse a otros barrios pero no pueden hacerlo porque son pobres y debido a que no existen otras alternativas habitacionales (RODRIGUEZ, A.; SUGRANYES, A. 2005). Este escenario de problemas -en lo que respecta al tamaño y la calidad de las viviendas, falta de acciones efectivas tendientes al acompañamiento de las familias adjudicatarias de viviendas sociales, junto con el déficit de equipamiento comunitario, entre otros factores- han potenciado el surgimiento y ' El planteamiento incluye lo que la autora llama el paso de lo material a lo simbólico. 5 Para Sugranyes, el subsidio habitacional fue concebido. a diferencia de modelos anteriores más socio-urbanos, como un incentivo a la participación de las empresas constructoras en la producción del parque habitacional. Entonces, técnicamente es un subsidio a la oferta que ha sido difundido y aceptado como subsidio a la demanda. Para ella, la mayor justificación que ha tenido el sistema es la transparencia del proceso (SUGRANYES, A. 2005). • Para los autores Sabatini y Cáceres, la realidad actual muestra la complejidad relacional o dialéctica de los fenómenos urbanos, y la "obsolescencia de los lipicos análisis causa efecto", a los que estaríamos culturalmente inclinados (CÁCERES, G.; SABATINI, F. 2004) 2

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=