El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social

Nuevas funciones de los gobiernos locales en el contexto actual. Hablar de políticas, entendidas como materialidades o formas de involucramiento del Estado ante situaciones problemáticas, implica necesariamente analizar las transformaciones que el Estado ha sufrido en los últimos años. Con respecto a ello varios son los cambios socio-económicos y políticos acontecidos que han afectado al gobierno local, propiciando modificaciones en sus modos de gestión. Entre ellos, a modo de un breve análisis de contexto, resultan importantes destacar: Los efectos del proceso de globalízación: donde la reproducción financiera escindida de la producción, la economía no ya de productos sino de servicios, el auge de las comunicaciones que favorecen la acumulación de información y la coordinación de la producción a distancia, el predominio del mercado sobre el Estado y la competencia entre regiones, parecen dominarlo todo. • La agudización de las problemáticas y tensiones sociales (entre ellos un importante déficit habitacional) producto de la implementación a ultranza de los lineamientos de libre mercado: frente a ellas los municipios han debido hacer frente a los "nuevos pobres" que se han sumado a las filas de los pobres estructurales ya existentes. • El desmantelamiento del Estado de Bienestar a nivel nacional y provincial: con la consecuente pérdida paulatina de la función redistributiva del Estado, la cual absorbía de algún modo el antagonismo de clases, administrando los intereses colectivos y avanzando en la mediación a favor de los más desposeídos. Sobreviven así sólo dos vías para el reemplazo del antiguo sistema de provisión: el sector privado y su vinculación estrecha con las leyes del libre mercado, y por otra parte, la ayuda estatal focalizada y precaria, como forma de contención social ante las crisis de gobernabilidad que genera esta situación padecida por mayorías. • El proceso de descentralización-centralización imperante: el cual por un lado plantea una mayor legitimidad a los gobiernos locales con la intención de democratizar la sociedad ante fuertes tensiones sociales, eficientizar la administración y los servicios disminuyendo la burocracia (ante ello los gobiernos locales han tenido que asumir nuevas funciones, aunque en muchas ocasiones sin la contraparte de recursos para garantizarlas ni la capacidad de gestión para desarrollarlas). Y por otro, se favorece paralelamente un proceso de re-centralización de las políticas sociales, planteando fuertes tensiones en los ámbitos locales producto de los condicionantes políticos y programáticos que los niveles superiores imponen. Todos estos acontecimientos han incitado a que los gobiernos locales resignifiquen sus v,e,as funciones, se ocupen de nuevos temas y desarrollen nuevas funciones por sobre sus competencias habituales, a fin de lograr mayor eficacia y eficiencia en sus acciones en medio de un contexto cambiante e incierto. De esta manera los municipios se ven obligados a renunciar a su carácter instrumental y despolitizante, asumiendo, a pesar de sus limitaciones presupuestarias y técnicas, actitudes activas orientadas al desarrollo local, económico, social, cultural y político, en estrecha articulación con los condicionamientos políticos y programáticos impuestos por los niveles superiores de gobierno. En materia social, esta resignificación supone el mantenimiento de ciertos rasgos de bienestarismo racionalizado, junto al pasaje de una planificación tecnocrática a una estratégica; de la asistencia social a la promoción social y de la administración burocrática a una administración gerencial y por proyectos. En términos habitacionales esta resignificación pareciera implicar un avance paulatino y con grandes obstáculos hacia una concepción más integral de la problemática, la cual supone mayor participación y articulación de los diversos actores sociales. De esta manera ha empezado a cobrar valor lo que llamamos gestión local del hábitat, entendida como el conjunto de procesos dirigidos a articular, usar, coordinar, organizar, asignar recursos (humanos, financieros, técnicos, organizacionales, políticos, naturales) que permiten producir, hacer funcionar y mantener el hábitat en el ámbito local. Asi entendida la gestión local del hábitat debe caracterizarse por: formar parte de estrategias públicas de desarrollo local sustentable; ser de carácter participativa y democrática; con el fin de recomponer una distribución más igualitaria del hábitat (en términos de bienes y servicios); Ponencia V Jornada Internacional de Vivienda Social - Mgtr. Arq. Daniela Gargantini 2

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