El derecho a la ciudad y la vivienda : Propuestas y desafíos de la realidad actual: XIII Encuentro ULACAV; V Jornada internacional de vivienda social
La perspectiva de derechos en las políticas sociales y habitacionales en América Latina Raúl Femández Wagnerl UNGS 12007 Pero, como se viene de un proceso de más de 40 años de proliferación de los asentamientos informales en las ciudades Latinoamericanas y se verifica que continúan incrementándose, se promoverá la actuación con programas directamente "foca/izados" sobre los asentamientos, es decir donde la pobreza es más visible. Los asentamientos - sobretodo los ubicados en áreas centrales- serán el objeto favorito de intervención de los "programas de mejoramientos de barrios" mayoritariamente financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo en América Latina. Como ocurría con las políticas sociales, el neoliberalismo transforma en un modo importante las políticas habitacionales. Esto sin duda constituye una tercera generación de políticas. Por una parte implica la decisiva influencia del capital financiero (global) y la "facilitación" constituye el dispositivo que pretende generar un espacio de fertilidad del capital en el marco del "Consenso de Washington". Mientras, por otra parte, el incremento de la pobreza -que las políticas neoliberales reproducen- se va a compensar mediante la "foca/ización" de las intervenciones en los asentamientos informales, en pos de lograr su urbanización, el objetivo claramente especificado en los documentos de política, 12 fortalecer la gobernabilidad urbana, alejando los peligros de estallidos y/o disrupciones que la presencia de los pobres pudieran causar, sobre todo en las áreas centrales de las ciudades. En términos de derechos, al propiciarse -desde las agencias internacionales- la "facilitación" en el campo de las políticas habitacionales, tiene como correlato: a) Que el Estado desestime toda intervención directa (que implique construcción o regulación) en el mercado del suelo, de la vivienda, y de los servicios urbanos. La base de esta línea argumental, es que el mercado es el mejor asignador de recursos (Banco Mundial, 1993) por lo tanto su función será "crear entornos propicios (facilitar) para que el mercado habitacional trabaje". b) Que ello se logrará mediante la supremacía de los derechos de propiedad (privatización de la vivienda pública y regularización de la tenencia de la tierra) por sobre toda otra actuación pública. c) Que el suministro de infraestructuras siempre sea con recupero de costos, lo que implica la supresión de derechos universales sobre los servicios básicos para la vida, a partir de favorecer su "remercantilización".. d) Que el Estado aborde la flexibilización de las normas urbanas y la "eliminación de la escasez artificial del suelo", implica establecer un marco normativo "... que de oportunidades al sector privado de equiparar al estado en la provisión habitacional..." que claramente opera en detrimento del derecho a la ciudad. 3.3. La "lucha contra" la pobreza. Este patrón básico de la política neoconservadora que describimos se define a principios de los '90. Pero hacia fines de los '90, ya se percibe un aumento dramático de la pobreza a causa de las políticas neoconservadoras. Entonces los organismos (el establishment financiero global) redoblan la apuesta. Concentran la acción de la "lucha contra la pobreza" en los asentamientos cuya irregularidad, ilegalidad y/o informalidad en las formas de ocupación del suelo y de construcción del hábitat urbano, merece politicas de regularización. 12 Ver Banco Mundial (1993) "Vivienda: Facilitando que el mercado trabaje", documento de política, Washington. [8]
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