La industria azucarera en Chile: y establecimiento de una nueva fábrica nacional de azúcar de betarraga en Santa Fé

12 t.l J1fDU8TRIA .lZUOARl!IR.l EN OBILB cuadm por cultivo, siembra, limpia, riegos i conducoion (en al– gunos casos) han oscilado entre 82,17 i 148 pesos. El producto liquido por cuadra alcanzó como má.ximum a 197 pesos, i el mas bn.jo a 115 posos 4o8 centavos. 1 Se notará la diversidad tan considerable que existe entre los gastos ocasionados por los diferentes cultivos, i del rendimiento obtenido por las diferentes co~chns. Esplícnse lo prim~ro con– siderando que lns siembras ha~ido de tan variada estension siendo la de Viluco solo de dos tercios de una cuadra i la do Guindos de cien cuit.dras, i que la siembra, cultivo i limpia en unos en.sos han sido hechos a mano i sin usar otra herramientn que el 11rndo comun, azadon i pala, i en otro con má.quinns i he– rramientas especia.les. Es lójico atribuir lo segundo al esmerado cultivo i oportunidad de todM lns labores, como de los riegos necesarios a In. conveniente vejetacion de la planta, condiciones de fácil realizacion en una siembra pequefia i mui dificil en una. á.rea mui vasta por la. cantidad de brazos que son necean.ríos. Resulta, no obstante las diferencias indicadas, que ninguno de los cultivos fué f111strruio i que el cultivador ménos feliz en su siembra obtuvo un producto lfquido do 115 pesos por cua– dra. Este resultado no puede sor mas halagador, aun tomá.ndolo como normal, i abrigando la persun.cion de que mejor conocido. el cultivo do la betarraga en los años sucesivos, el rendimiento líquido será aumentado por ol mayor producto obtenido i por disminucion en los gastos. Nótese que en la zona en que se han verificado lns siembras que analizamos, la tierra es arrendada para cultivo de chncareria a un precio máximum de 30 pesos por cuadra. Distantes de un morcado considerable, los cha.care– ros no pueden hacer sus ventas e11, vei·cle i so limitnn de ordina– rio a la cosecha de maiz i frejoles. El escMo fruto que los culti– vadores obtienen do estas siembras es de todos conocido: en los aiios favorables apénas excede de lo que el" cultivador habría podido obtener trabajando a jornal; en muchos, no puede satis– facer el cánon de arrendamiento. J. De esta cifra deben dednci rse 12 o Jli pc!IOS, valor de In semilla, que no ha aido cargada.

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