Insectos de Chile. Atlas entomológico

Introducción a iconografía - dicen- sirve canco al sabio corno al no-sabio, para confirmar lo conocido en el primer caso, o dar a conocer lo ignoto en el segundo. Por esto, el Aclas Encornológico Insectos de Chile reúne un conjunto de ilustraciones que exhiben los rasgos más ca racte- rísticos de las especies representadas. Anotaciones sucintas aporcan la info rmación indispensable no registrada por la ilustración. No se incluye otros cexcos, descripciones, glosarios. Sólo imáge- nes. Se pretende, así, servir al enco1nólogo profesional, al mismo tiempo realizar una divul gación entomológica básica. Producir esca obra fue posible gracias a la generosidad con que se nos permiti ó ingresar y fotografiar parce de algunas colecciones encomológicas santiaguinas. Ellas son: la Colección de la Facultad de C iencias Agronómicas de la Universidad de Chile (diez sesiones, ciento diez espe- cies) ; la Colección de la Universidad Mecropolicana de C iencias de la Educación (eres sesiones, treinta especies), la Colección del Museo de Historia Natural de Santiago (una ses ión, diez espe- cies) . Nos abrieron las puercas de estos ceso ros cienríficos: en Agronomía el Dr. Roberro Gonzá- les, benefactor mío desde hace ya cuarenta años; en la UMCE el profesor don Jaitne So lervicens; en el Museo de H istoria Natural , el maestro de 1naesrros, Dr. Ari el Camousseigh c. De las mil quinientas fotografías tomadas seleccionáronse las ciento cincuenta impresas en las páginas siguientes, es decir, una de cada diez - la fotografía digital pos ibilita tales derroches, corno también los retoques y repintes para restablecer, n1uchas veces, la belleza y lozanía de los ejemplares mutilados o mustios tras cincuenta o n1ás años de reposar en cajas atibo rradas de para- dicloro benceno , naftalina o alcanfor. Unas pocas palabras para explicar mi interés en los insectos, nacido una mañana de novien1- bre de 1942 cuando me regalaron un ejemplar de "madre de la culebra", recolectado sobre un tronco de patagua en La Viñica. Así encendió la llan1a. D ías n1ás carde comenzamos a excursionar por lomas y potreros de Pumanque persiguiendo mariposas, avispas, chi charras, coleópteros. Nada d i a conocer, nunca, sobre estas colectas . Más adelante incluyo referencias sobre los insectos de Pumanque, a riesgo de parecer, ahora, extemporáneo para algunos. Con el transcurso del tiempo y la experiencia llegué a co1nprender cuan afo rtunados son quienes se dedican al estudio de los insectos al disfrutar deleites inexistentes para otros naturalis- tas. Vaya al caso el ejemplo del micólogo - otro ex oficio mío- quien debe recolectar las secas du- rante el invierno en lugares sombríos, húmedos, lodosos. Los encon1ó logos, en can1bio colectan en primavera y verano. Muchas veces ni siquiera necesita n salir a busca r insectos, ellos caen fácil- mente en trampas con ese fin dispuestas o vuelan raudos hasta las manos del encomólogo. Re- cuerdo siempre -de 1935 a 1945- las mariposas nocturnas, polillas, po lolos llegando cada noche, encandilados por la, en realidad, bellísima, deslu1nbrante sin duda, luminos idad de los "chon- chones" a carburo colgados en el corredor de una casa de can1po. No hay regla sin excepción, parece, y por supuesto, no rodas las recolecciones de insectos son can deleitosas. Continuando con el relato de mi escaso trayecto encomológico: en 1953 seguí el curso de Entomología di ctado en el Instituto Pedagógico po r dos 1naes tros inco11parables : el Sr. José 17

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