Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

TRE S R EFO RMADORE S ponder, en lo concreto de la materia actualmen- te dada, a su arquetipo eterno refractado en el espíritu puro . Así es como dependiendo solamente de la ciencia de Dios, el conocimiento angélico es in- dependiente con respecto de las cosas, de las cuales no saca sus ideas, y que no son su regla formal -independiente, se puede decir, si por lo menos se trata del mundo inferior, con res- pecto de sus objetos mismos de intelección, que precede, que espera, que mide, que agota a cau- sa de la eficacia misma del conocimiento crea- dor, y a la inteligibilidad de los cuales no tiene que proporcionar el grado de inmaterialidad de sus ideas. Se ve en qué sentido eminente el án- ¡el conoce todas las cosas de este bajo mundo a priori y por sus causas supremas, puesto que las conoce por una participación de las ideas mismas que las hacen, puesto que conoce la obra de arte -quiero decir todo este universo-, en la confidencia que a l artista le hace de su cien- cia operativa, causa misma del ser y de toda be- lleza. l 1.-Volved ahora vuestra mirada hacia el entendimiento cartesiano. e No está también él inmediatamente suspendido en Dios, dominan- do y midiendo toda la naturaleza material sin recibir nada de ella? Por uno de esos desliza- mientos debidos a su propósito de marchar rápi- do en su tarea, Descartes aplica a las certidum-

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