Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau
TRES REflORMADORES funden con la naturaleza pensante misma, lo que pone en ésta, como preformaciones ocul- tas, en que se anuncian ya las virtualidades Leibnizianas. Ora el alma difiere de sus, pensa- mientos, como la extensión difiere de sus figu- ras, y para Descartes, que aplica aquí de una manera falsa, por una de esas torpezas tan fre- cuentes en él, la escolástica noción de modo, esto quiere ·decir que el acto de pensar esto o aquello, es una determinación no accidental, si- no substancial, una realización total de la subs- tancia pensante en su línea misma de substan- cia. 1 Como si una operación pudiese ser subs- tancial en cualquiera otra circunstancia que en el Acto puro I Se representa así al modo como una realización substancial de orden operativo. Spinoza recogerá esta noción bastarda y hará de ella un hermoso monstruo. Queda esto otro, y es lo que nos interesa, que las ideas cartesianas vienen de Dios, no de las cosas -como ideas de ángeles . Así el alma humana no es solamente subsistente, como lo enseñaban los antiguos, y haciendo existir el cuerpo gracias a su propia existencia : ella po- see, sin el cuerpo, recibido directamente de Dios, toda la perfección operativa que le puede con- venir . He aquí destruída la razon misma de su unión con el cuerpo, o más bien héla ahí derri- bada. Por que si el cuerpo y los sentidos no son para esta alma el medio necesario para la adqui- sición de sus ideas, y en consecuencia, el instru-
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