Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

TRES REFORMADORES ciente producción de certidumbre, que consti- tuye la vida de la razón como tal, y por el cual. pensando una verdad bajo la luz de otra, nace y surge en nosotros una luz nueva, bajo la cual lo que tenía oculto las virtualidades de lo ver- dadero ya conocido estalla en evidencia. 6 .-¡Rechazo lógico de singular alcance 1 Tocar al silogismo, es locar a la naturaleza hu- mana. Impaciente por las servidumbres de la labor discursiva, Descartes ataca en realidad a la potencialidad de nuestra inteligencia, es de- cir, a su flaqueza específicamente humana, a lo que hace que ella sea una "razón". Así, por una curiosa aventura, el primer movimiento del racionalismo es desconocer la razón, violentar su naturaleza, recusar las condiciones normales de su actividad. Hela ahí reconstruída sobre un tipo intuitivo, elevada en los oropeles de la in- teligencia pura, y en una división de inmovili- dades comprehensivas. Reducir todo a una simple mirada, es el anhelo secreto de la inteligencia en busca de una condición sobrehumana -pero anhelo que s6lo la gracia hace verdaderamente realizable. en la ~oche transluminosa de la contemplación. Descartes se aplica a esto desde un principio, y en la obra misma de la razón. Quisiera operar una concentración tal de evidencia, que toda la cadena de las conclusiones fuese captada por una sola intuición del principio: ¡ sólo esto e,

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