Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau
TRES REFORMADORES 61 misma, independient~mente de su elevad6n en el orden sobrenatural, y tal como subsiste en los espíritus caídos como en los espíritus fieles . He aouí el ejemplar conforme al cual un niño ele Ja Turena emprendió un día la reforma de) espíritu humano. 4 .-Considerad las tres ~,andes notas del Conocimiento angélico: intuitivo en cuanto a su modo, innato en cuanto a su origen, inde- pendiente de las cosas en cuanto a su naturale- za, y encontraréis, transpuestas sin duda. pero no menos profundas y no menos manifiestas, estas tres mi smas notas en el Conocimiento hu- mano según Descartes. 5.-El primer esfuerzo de Descartes, se sa- be, se diriqe a desembarazar a la filosofía del fardo de1 discurso, a oponer al párrafo laborio- so de la Escuela, a su hormi~ueo de silogismos colocarlos unos sobre otros, una ciencia pronta, clara, lhma, un manto de claridad . Pero mirad hasta donde en realidad va esta búsqueda de lo simple. Nuestro entendimiento, cuando apre- hende. _iuz~a y razona, no está suieto a tres operaciones de naturaleza irreductiblemente di3- tinta. No tiene 11ino una función : ver. Una fi- jación de la inteligencia pura y atenta en tal o cual ohieto ele pensamiento de aristas b ien cor- tadas, libre de todo renlie~ue interno de imnlí- cito o de virtual, cogido de lleno y enteramen-
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