Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

li(j JACQUES MARITAJN --· ------- - - ------------ volucionaria, salvaje, a partir del protestantis- mo y descendiendo hasta nuestros días, veo prepararse al más bendito de los resultados: no la abolición del culto de los héroes, sino más bien lo que yo llamar.ía todo un mundo de héroes. Si héroe significa "hombre sincero", ( por qué cada uno de nosotros no puede ser un héroe)". ( Por qué, en efecto, por qué todos los sin- ceros lectores de Carlyle no son héroes) ( Por qué la "sinceridad" de un cobarde no hace de él un mártir) El pasaje que acabo de citar es un comprimido de ingenuidad an¡lomoderna, pero sólo reten¡o las indicaciones que necesi- tam0s al presente: las grandes ideas que el error luterano ha convertido en ilusiones, aon lai ideas de "libertad", de "interioridad", de "e1- pírítu". Llegamos aquí al fondo del error "inma· nentista". Este consiste en creer que la libertad, la interioridad, el espíritu, residen esencialmen- te en una oposición al no-yo, en una ruptura de "lo de adentro" con "lo de afuera" : verdad y vida deben ser, pues, buscados solamente en el inte rior del sujeto humano, todo lo que pro- vieno en nosotros de lo que no es nosotros, di- gamos de lo "otro" , es un atentado contra el espíritu y contra la "8inceridad" (a) . Y así, 1• ) Ta homoe toca4e Mtt 11u nl• •• A•U,.....,_ <,..•'"- ,,;..,. p6 ¡r. t4) . per<> e■ ••oe~arl" • ol• • T' " º - re _, &flnl.

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