Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

TRES REFORMADORES 61 más fuertemente es arrastrado un hombre en una direcci6n por sus dones, más trabajo tendrá que desarrollar _para mantener en él el equili- brio; el "hermoso peligro" del genio es siempre un riesgo espantoso. Para que una inteligencia fuertemente atraída por el goce del puro cono- cimiento hubiera crecido enteramente en la rec- ta línea de la santidad, sería preciso que una fuerza extraordinaria de las virtudes morales asegurase, en un Tomás de Aquino, la rectitud de la voluntad .. . Esta doctrina explica los excesos en sentido contrario del intelectualismo absoluto y del mo- rali!mo ah'soluto, y al mismo tiempo concilia en su eminencia todo lo que ha podido alcanzar de verdadero el pensamiento de un Goethe o de un Spinoza, de un Tolstoi o de un Rousseau. Y es así, porque ella respeta -es la única- la naturaleza y las leyes propias de la inteligen- cia y de la voluntad, sin crear de los movimien- tos del apetito las "ideas" confusas, como lo pretende el racionalismo, ni de las operaciones de la inteligencia una deformaci6n de la real. como lo pretenden las filosofías del sentimiento. Esta doctrina explica en particular una do- ble comprobación experimental, muy notoria en razón de su importancia práctica: por una parte se comprueba que la privación de verdad en particular si se trata de las grandes verda- des metafísicas y religiosas, trae consigo nor- malmente. para el estado medio de una civiliza-

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