Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau
54 JACQUES MARITAi/ti lo que tú haces está bien" (c) . 1 Vamos, qui práctico es tener un Cristo 1 "Estoy ·en medio de vosotros como un servidor", había dicho el Señor', ego in medio vestrum tum 1icut qui mi- niatrat. - ¡Ahl, tú dices la verdad, Salvador de los hombres, sírveme ahora y cúbreme con tu manto. Detrás de los llamados de Lutero al Cordero salvador, detrás de sus arranquea de confianza y de su fé .en el perd6n de los peca- dos, hay una criatura humana que levanta la cabeza y realiza muy bien sus cosas en el fango en que está sumida por el pecado de Adán. Ella se desenvolverá en el mundo, seguirá la volun- tad de poder, el instinto imperialista, }Ji ley de este mundo que es 11u mundo; ella hará 11u "vo- luntad" en el mundo. Dios no será sino un alia- do, un cooperador, un poderoso compañero. Al término, tendremos las formas verdaderamente insen11atas del voluntarismo tal cual se mani- fiesta en nuestros días en ciertos·pluralistas an- glosajones, o en M. Wincenty Lutoslawski, que exclama (tanta es su admiración): " No puedo haber sido creado", y que considera a Dios co- mo una simple potencia aliada y asociada de su voluntad : "Tenemos casi el mismo fin", escri- be, "y, por consiguiente, numerosos enemi¡oa comunes" . Es, pues, muy justificado buscar en Lul-ero la fuente de esta11 dos grandes idea,, que pare-
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