Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

TRES REFORMADORES SI 14.-El problema ante el cual nos coloca aquí Lutero, lo conocemos bien, ca clásico, e11 actual, estamos saturados de él: ea el problema del intelectualismo y del voluntarismo. Lutero está en la fuente del voluntarismo moderno. Para probarlo en detalle, sería preciso insistir en la, consecuencias del pesimismo antiintelec- tualista de que acabo de hablar. Siendo relega- da la razón al lugar más inmundo de la casa, si no muerta y enterrada, es necesario -por- que el bruto puro y simple no será nunca un ideal para el hombre- que la otra facultad es- piritual, la voluntad, se encuentre exaltada, si no en teoría, por lo menos en práctica ; por eso, en Lutero, el sentimiento hipertrofiado del yo es esencialmente un sentimiento de voluntad, ..de realización de la libertad", como dirá más tarde la filosofía alemana. Habría que insistir también sobre su egocentrismo, y mostrar cómo en él, el yo es centro, no ciertamente, como en Kant, por el efecto de una pretensión de la in- teligencia humana de ser la medida de las cosas inteligibles, sino por el efecto de una pretensión de la voluntad indiv,idual separada del cuerpo universal de la Iglesia para colocarse sola y des- nuda frente a Dios y a Cristo para asegurar por su confianza su justificación y su salvación. Básteme indicar la manera cómo Lutero in- trodujo la inística del yo y de la voluntad. Su doctrina del valor nulo de las obras no es el he- cho de un error quietista. Lejos de exa¡erar la

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