Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

TRES REFORMADORES ,, miama del Verbo en quien aubaistía su naturale- za humana. Tal ea el secreto de nuestra vida de hombrea, que el pobre mundo moderno ignora: no con- quistamos nuestra alma sino a condición de per- derla; se requiere una muerte total antes de que podamo1 encontramos. Y cuando estamos to- talmente despojados, totalmente perdidos, com- pletamente arrancados de nosotros mismos, en- tonce, todo ea de nosotros que somos de Cristo, y Cristo mismo y Dios mismo es nuestro bien . Pero si pretendemos encontrar nuestra al- ma, y si tomamos nuestro yo por centro, nues- tra 1ubstancia se disipa, pasamos al servicio de la, fuen.as ciegas del universo . 11.-La historia de Lutero, como la de Juan Jacobo, es una maravillosa ilustración de esta doctrina. No liberó la personalidad humana, la deavi6. Lo que emancipó fué la individualidaa •material que definimos hace un momento, es el hombre animal. ~ No lo comprueba en su propia vida i A medida que avanza en edad, su energía ee hace cada vez menos la energía de un alma, y cada vez más la energía de un temperamento. A¡itado por grandes deseos y aspiraciones vehe- mentes que se alimentan de instinto y de senti- miento, no de inteligencia, poseído por laa pa· sionea, que desencadenan la tempestad en su rededor, rompiendo todo obstáculo y toda dis- ciplina ••exterior", pero llevando dentro de ~1 un

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=