Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

TRES REFORMA.DORES 11 que es el único absolutamente independiente en au aer y en su acción (a) ." 1 Peraonalidad muy precaria y muy mezcla- da como la de 10111 sabios 1 1 Cuánto pobre yeso so- bre la m,acara austera del estoico I Los privilc- 1ios de la persona -la pura vida de la inteli- ¡encia y de la libertad, la pura agilidad del capí- ritu, que se basta para obrar como para ser-, eat&n de tal modo escondidas para nosotros en la materia de nuestra individualidad cafI\al, que scSlo podemos desprenderlos al aceptar caer en tierra y morir allí para llevar un fruto divino, y · no conocemos nuestro verdadero rostro sino al recibir la piedra blanca en que Dios inscribip nuestro nuevo nombre. No hay personalidad verdaderamente perfecta sino en los santos. Los santos han adquirido en un sentido, ha n recibido por gracia lo que Dios posee por natu- raleza : la independencia con respecto de todo lo creado, no ya solamente con respecto de los cuerpos, sino también de las inteligencias. "Los fflntos tienen su imperio, su resplandor, su vic- toria, su lustre, y no tienen ninguna necesidad de ¡randezaa carnales o espirituales, en que no tienen ninguna relación . porque ellas no agre- gan ni quitan : son vistas por Dios y los ángeles ( " l H. •;arri~ou _i.a,rranr•·. 1,., Sen! comn,un e t le ptrt_ loaoph l• <l•• 1·~tr•, it.e f'dlt1on ( l"llaactk_de Brou-Tl "'4f• JU_su. M·l lMI 01•11 1 1IW tMJ·Ulilllü 1

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