Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

TRES REFORMAD O RES 33 Por otra parte, si con este polvo de indivi- duos debe construirse un Estado, entonces, y .muy lógicamente, no siendo el individuo como ,tal --como ya lo dije-- sino una parte, el indi- viduo será enteramente anexado al todo social, no existirá ya sino para la ciudad, y se verá na- turalmente al individualismo llegar al despotis- mo monárquico de un .Hobbes, o al despotismo democrático de un Rousseau, o al despotiamo del Estado-Providencia o del Estado-Dios de un He¡el. Se¡ún los principios de Santo Tomás, en crambio, es porque-es ante todo un individuo en la especie que el hombre, .puesto que necesita el socorro de aua semejantes para perfeccionar su actividad específica, es en seguida un individuo en la ciudad, una parte del cuerpo social. 'Y a este título está ordenado para el bien de ·la ciu- dad como para el bien de todo, para el bien co- mún, que es mú divino como tal. Pero si se trata del destino que le conviene como persona, la relaci6n es inversa, y es la ciudad humana la que está ordenada para este destino . Porque toda persona humana está ordenada directamen• te, como para el bien final propio, para Dios, Fin último y "Bien común separado" del unt- verso entero; y no debe, a este título, según el orden de la caridad, preferir nada a sí mismo, .sino Dios . Por eso la personalidad, puesto que ee realiza en un ser, hace de él ( cualesquiera que sean sus otroa lazos) un todo independien-

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