Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

JACQUES MARITAJN de cólera, un acto substancialmente sobrenatu- ral. Un resabio diabólico se mezcla a todo lo que hace. "Yo digo que ya s~ en el hombre, ya sea en los demonios, las fuerzas espirituales han ai- do no solamente corrompidas por el pecado, si- no completamente destruídas, de manera que no queda ya en ellos sino una razón depravada y una voluntad enemiga y adveraaria de Dios, cuyo único pensamiento es la lucha contra Dios ( c)". "La verdadera piedad, la que vale a los ojos de Dios, se encuentra en obras ajenas (las de Cristo), no en las nuestras (d) ". El acto de fe justificador, puesto que procede de nosotro11, t puede proceder también de Dios y de Cristo obrando en nosotros) En realidad somos nos- otros mismos y nosotros solos los que nos coge- mos del manto de Cristo para "cubrir con él to- das nuestras vergüenzas", y que usamos de esa •'habmdad de saltar de nuestro pecado sobrl'! !a justicia de Cristo, y por ende de estar tan ser.u- ros de poseer la piedad de Cristo como ele po- seer nuestro cuerpo (e)". ¡ Pelagianismo de cles- esperaci6n ! En definitiva, al hombre correspon- de operar su redención oor sf mi~mo, for:r:áncfo- <e) Conun. In tfl>. ad Galat.. (1511) li85, W•lm, XI., P . l. H.27. íd) Welm, XVII , P . IT, 290, U.40 (1U1) . (el Tlechreden . Weln, , TI . ~~- ~ (N.o 1161 ). "Ho~ ea ' ..-tv, tranalllre. ,. meo peccato ad Juatlttam crlatl. da■ lch •o ""'" ,u!■, d.. Chrlett frumkeltt mi> mil'ln u1. 10 •••1•• 1..-h wel•• · da~• dl•~r T.eih me i n ~el".