Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau
196 JACQUES MÁRITAIN no hay en cada uno de nosotros un foco de con- cupiscencia y de inclinaciones malsanas que nos llevan al mal , sino también el estado de sufri- miento y de pena es un estado esencialmente contra naturaleza, introducido por la civiliza- ción y del cual nuestra naturaleza reclama a to- da costa que se nos libere. Este es· en su ló- gica el dogma de la Bondad natural. cPero de dónde viene este dogma anticris- tiano~ Si se relaciona con el mito' filosófico de la Naturaleza, es completamente diferente, sin embargo, del tema hedonista de un Diderot, no se constituye en Juan Jacobo sino siguiendo las líneas preformadas de una antigua verdad teológica. No es sino un naufragio, en el plano de lo novelesco naturalista, del dogma cristiano de la Inocencia de Adán . Y, sin duda, esta venerable idea vieja de la Bondad primitiva -la primera que conforta a los hombres cuando se la entiende bien-, es también la más traidora y más peligrosa. Juan Jacobo no es el primero que saca de ella locuras. Se le encontraría precursores en algunas sectas cristianas de la Edad 'Media. Aun más, casi dos mil años antes que él, en 213 ante's de Jesucris- to, cuando el emperador Tsin-Cheu-Hoang-ti dió orden de quemar todos los libros, e hizo ajus- ticiar cruelmente a los letrados que intentaron oponerse a esta destrucción, e no quiere decir que, según los relatos de algunos comentaristas, había leído en Confucio y en Mencius esta mis-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=