Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

TRES REFORMADORES 195 gra de Adán .en el paraíso terrestre, y se enga- ña con esto sobre la naturaleza misma del' hom- bre, que se define para él por el sentimiento y la piedad, no por la razón. Este dogma tiene, sin embargo, en él una significación práctica muy clara: -y es que, para llegar al bien, hay que guardarse de la sujeción y del esfuerzo (b)-; y es posible desprender su significación teórica. . Significa que el hombre vivió en el origen en un paraíso puramente natural de felicidad y de bondad, y que la naturaleza asegura en lo su- cesivo el oficio que llenaba la gracia en la con- cepción católica. Significa también que tal esta- do de felicidad y de bondad, de perfecta justicia y de inocencia, de exención del trabajo servil y del sufrimiento, es natural en el hombre, es de- cir, exigido esencialmente por nuestra natura- leza. Por lo tanto, no sólo no hay pecado ori- ginal ( c) del cual llevamos al nacer la culpabi- lidad, y cuyas heridas guardamos, no solamente del hombre, las busca e rrOneament& en la fn<Hvldvollda<I .en_ _.ble, no en la •HnMa en luga r de encontrar lae determ.tnaclo_ nea primera• de la moralidad natural, cae entonce& aobr& la concuplecencta miamL (b) "I Ah!, no echemos a perder al hombre ; ■tempre aert. bueno aln trabajo... Emllio, I, IV (Prof. de fe). (e) Rouaseau llama "una blasfemia" el dogma del pecado 9rl~lnal. Lettre a M. de Baumont, IIl, 67 (ed Hachett4).

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