Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau
188 JACQUES MARITAIN individuo recibe en cierto modo su vida y su ser: de alterar la constitución del hombre para refor- zarla. . . En una palabra, es preciso que quit'! al hombre sus fuerzas propias para darle otras que le sean extrañas y de las cuales no pueda hacer uso sin la ayuda de los demás. Mientras más muertas y aniquiladas estén estas fuerzas naturales, más grandes y durables son las adqui- ridas, más sólida y perfecta es también la inati- tución (sic); de modo que si cada ciudadano no es nada, nada puede sino por todos los demás, y que la fuerza adquirida por el todo sea igual o superior a la suma de las fuerzas naturales de tcdo los individuos, se puede decir que la legis- lación está en el punto más alto de perfección que puede alcanzar". En este texto precioso hay que retener to- do, hay que meditar todo. tPero cuál es este le- gislador extraordinario y extracósmico ~ No bus- quemos mucho. Es el mismo Juan Jacobo, es Juan Jacobo quien, esperando ser el Adán per- fecto, termina por la educación y por la direc- ción política la obrn de su paternidad, se con- suela de haber procreado para el A silo de Niño:i Encontrados, haciéndose el preceptor de Emilio y el legislador de la República. Pero también es el Con3tituyen te, y como todo constructor de ciudad según el tipo revolucionario , es muy pa · recido a Lenin. Eston son brevemente indicados, a lgunos de los mitos del Contra Social. Su "misticismo"
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