Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

184 JACQUES MARITAIN la cxpree1on es la voluntad general, y ya no emanará de la razón sino del número. Según los antiguos era esencial a la ley el ser justa. La ley moderna no necesita ser justa y quiere a pesar de todo ser obedecida. La l~y según los antignos era promulgada por alguien que mandaba, la ley moderna es la única qtte manda; como el O io!l de Malcbranche detenta- ba rn lo el poder de obrar, este signo mítico que truena en el cielo de las abstracciones detenta solo la autoridad. 8 <1jo ella, en la tierra, los hom- bres son, desde el punto de vi~ta de las relacio- nes de autoridad y de sumisión, un polvo homo- géneo y absolutamente amorfo. Vllf .-El puE:blo !loberano.-- La ley no exis- tr. sino expresando 1" Voluntad general. Pero la V oluntad general es 1" Voluntad del pueblo. "El pueblo, sometido a las leyes. debe ser su autor". de este modo no obedece s ino 'a P.Í mis- mo, y somos a la vez "libres y sometidos a las leyes, puesto que ellaP. no son sino registros de nuestras voluntades" . La eobnanía reside. pues esenc ial y absolu - tamente en el pueblo. en la m n11a amorfa de to- dos los individuos tomAdos en C'Qnjunto, y. puesto que el es tado de socieda d no es natu- ral, sino artificial, ella tiene su primer origen no en Dios. sino en la libre voluntad del pueblo

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=