Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau
154 JACQUES MARITAJN activamente) la inclinación más íntima y más oculta que es la de la Naturaleza misma, que él imagina percibir inmediatamente, que consulta como el Maestro interior, y por la cual se .cree divinamente guiado. F ué, muy a menudo, ser "culpable",' nunca fué "malo" (así Lutero po- día "pecar", no dejaba de "fiarse") . Está unido a la Naturaleza por la bondad, como Mme. Gu- yon estaba unida a Dios por la gracia; la bon- dad natural es el estado de gracia de Rousseau. Sigue las dulces mociones de la Naturaleza y del "sentimiento interior", como Mme. Guyon creía seguir el instinto divino; asegura poseer el don deificante de la sensibilidad, como ella aseguraba poseer la caridad ; él se evade de lo real por la imaginación, así como ella pensaba desprenderse de las criaturas, se entrega al sue- ño así como ella se entregaba a la oraci6n. El es visitado por sus "habitantes" como ella ae creía visitada por las luces de lo alto. 8.-Esparciendo sobre tantas almas el con- tagio de esta religiosidad pervertida, dió al mun- do moderno uno de sus aspectos característicos. Todo!! sabemos lo que e l romanticismo recibió de él (a). "lrrequietum cor nostrum". Rousseau (a) La. palabra romanttct■mo puede pre.tare,, a muohaa r ontual one, . No Ignoro que ha habido de todo, también ai.o w,uy bueno, en el movimiento claatflcado bajo este nombre P.ro 11ada ea tan "ª"º como dlacuttr 1obr,e la■ pal&bra■ tun_ ,t"ndo n deflalo l6n -1'.ln la• n-lda4-■ d• la oaaa ; y , "
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