Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

152 JACQUES MARITAIN piritual de los eantos (b}. Es alterar los signos del lenguaje, la moneda de la razón. Hablando de las almas llegadas a un estado muy elevado de abandono, y a las cuales un obscuro instinto procedente del Espíritu que no se oabe de dónde viene ni adónde va, hace obrdr según una medida diferente de la virtud huma- na, "oigo --escribe un gran espiritualista {c}- a todas las virtudes, que se quejan de que me ale- je de ellas. Mientras más agradables me pare- cen estas virtudes y mientras más me atraen, más parece alejarme de ellas la obscura impre- s ión que me empuja. Amo la virtud, pero cedo al atractivo". En lugar de atractivo del Espíritu de Dios, pensad en atractivo del Sentimiento, del Sueño afectivo, y tenéis a Juan Jacobo y a su abomi- nable "simili". Digamos que Rousseau no tie- ne nada de verdadero místico, pero que es más místico en el sentido más envilecido del térmi- no. Según las palabras, muy exactas, de M. Sei- Biere, ha laicizado el quietismo, y los extraordi- (b) Para no entender de manera pell&ToH. autoro dtma_ ~lado llstoa para caer en H mejante fa lt", M. Bremond, por ejem- plo, debemos recor<!ar que hay una <!lstancta tnftnlta entre un t <fnni.to ~ cnm,parocf6n, que Implica una analogfo bajo tal " rual aspecto accident al, pero en, un or<!en profunda y esencial~ mente <! lferente. y un nbo~o, pOf' ""'" leJono, l' por muy In_ forme e Inexacto que aea. (e) R . P . <!e Caus•a<!e, 111 oflondOfta o la .Pro11fit.11~ di. d ,w. t l. Pis. 118.

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