Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau
JACQUES MARITAIN ceptible de modestia como de vanidad, está con• tento de sentir lo que es" (b) . "Me amo dema- siado, pa ra poder odiar a quienquiera que sea. Sería estrechar, comprimir mi existencia, y qui- siera más bien extenderla sobre todo el uni- verso" (c). Vcdle fabricar su nimbo: "Dudo, escribe, que jamás mortal alguno haya dicho mejor y más sinceramente a Dios: Que se haga tu vo- luntad" ( d) . Está persuadido de que es único en su especie ( como los espíritus puros) , que es el hombre bu~no por excelencia, el mejor de los hombres, no porque sea "virtuoso" -re- nunció a esa pretensión desde el momento en que cedió enteramente a 8U yo de tmeño, y que llegó a ser santo a l miemo tiempo-, sino por· que es "bueno" {e), porque encarna en él la Bondad de la Naturaleza {distinción que eeca- pará a los peregrinos de Ennenonville y a los devotos del "santo mártir") . Releamos el extraordinario prólogo de las "Confe~iones": "Realizo una empresa que ja- má11 t11vo ejemplo, y cuya ejecución no tendrá imitadores", esto para la modestia. ( b ) DI11lllg'O 8tirun4o. <e) Suenos, IX, 37D (ed. Rachette). (d) Dllilogo Segun4o. < e) cr. 8uefl o• . Cuarto Paeeo: ''11'4111• at P0T 11111 -,ro. "'""º" • obre m i m is mo. 11prent'l o a eallr 4e la ,.Ida, "º ffU!Jor, r,or ,¡,ie • •to no u powc~,~- alno mu vlrtuOIO de lo QUe be en. tra4o".
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