Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

TRES REFORMADORES 129 de una misma vida. Son, pues, solidarias, por lo menos en la negación. Aun es posible encon· trar en estas diversa s corrientes espirituales ca· racterístifaS comunes y principios comunes, a condición de considerar en esto una comunidad simplemente "analógica", y no "unívoca". En proporciones muy diversas y bajo modalidades a menudo opuestas, se ve pasar -naturalismo, individualismo, idealismo o subjetivismo- to• dos los "ismos" que forman el ornamento del mundo moderno. 2 .-Juan Jacobo Rousseau no profesa sola- mente en teoría la filosofía del sentimiento, co· mo los moralistas ingleses de su ti~mpo, que son también intelectuales y analistas que diser· tan sobre la sensibilidad. Muy a menudo lo he- mos anotado, él mismo es, y con qué intensi• dad, todo sentimiento, vive en todas las fibras de su ser, con una especie de heroísmo, la pri· macía de la sensibilidad. ( Es acaso decir que la parte de la razón sea nula en él? No, por cierto. La razón en un hom· bre como él tiene un doble papel. Ora se pon~ al servicio de la pasión, desplegando entonces una prodigiosa virtuosidad en la·argumentación sofística, es el Juan Jacobo moralista, estoico, plutarcano, inflamado de virtud, reprobador de los vicios de su siglo; el Rousseau de los "Dis• cursos", de la "Carta a D'Alembert" y -del "Contrato Social". Ora la razón, como una lám·

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