Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

1/8 JACQUES MARITAIN nido que no haya recibido de las coMs. Esta in- flación de la razón es el indicio y la causa de una gran debilidad; la razón desarmada pierde su poder sobre lo real, y después de un tiempo de presunción se ve reducida a abdicar, cayen- do entonces en el mal contrario, antiintelectua- lismo, voluntarismo, pragmatismo, etc. Es pre- ciso una información muy superficial para cla- sificar bajo una misma rúbrica, como trataba de hacerlo en otro tiempo M. Louis Rougier, tal mal del espíritu y el gran realismo de la ".philo- sophia perennis", que rompe tan duramente el racionalismo como el antiintelectualismo, y que. porque respecta la humildad natural de la ra- zón, le permite progresar victoriosamente en el conocimiento del ser. 18.-Como la reforma luterana es el ¡ran pecado alemán, he dicho que la reforma carte- siana es en la historia del pensamiento moderno el gran pecado francés. En verdad, Descartes dió una "forma" filosófica y racional, y al mismo tiempo una consistencia espiritual y un vigor de expansión indefinido, a tendencias que ·reinaban antes de él en Europa, bajo otros aspectos. Su- cede también que hemos hecho triunfar la filo- sofía cartesiana, y permitido así a estas tenden- cias en el interior del pensamiento católico; tam- bién si el principio más útil y más profundo de la filosofía urtesiana, tal como he tratado de re- velarlo en este es tudio, ha descendido del pa(s

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