Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau
TRES REFORMADORES 115 temeraria, que los partidarios de Newton llama- ron "la novela de la naturaleza", todo esto se relaciona a la vez con el poderoso movimiento ffoicomatemático que apasionaba a la Europa, sabía desde hacía medio siglo y con los dones de su admirable genio de analista, que hacen de él el iniciador y el príncipe, no de la experimenta· ción física, en que un Pascal lo domina, sino de toda la Física teórica de los modernos . El ange- fümo de Descartes no es a mis ojos sino la más profunda intención espiritual y metafísica. de su pensamiento. Fácil sería demostrar cómo mu- chos de los artículos de su sistema derivan de este principio secreto . En particular, su duali.s- mo, que hace del hombre, a pesar de inútiles es- fuerzos para mantener la antigua noción de la unidad substancial del compuesto humano, una substancia espiritual completa ( tanto desde el punto de vista de la naturaleza específica como c!cl de la subsistencia), unida de una manera absolutamente ininteligible a una substancia ex• ten<l~da también completamente, existiendo y viviendo sin el alma, no es sino la traducción en el orden del ser de una doctrina que en el or- den del conocer atribuye al alma humana las funciones del espíritu puro. Se puede notar también en lo que concierne al propio mecanis- mo de De~cartes, que para una razón humana angelizada, ante la cual todos los secretos del mundo material se muestran a descubierto, una Ffoica que no es :iino Geometría, era la t'.nica F • . ·11 1s1ca po~: ,.e.
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